Agentes de la Policía Local de Vilagarcía procedieron a la detención, en la tarde del martes 23 de febrero de un varón natural de Vilagarcía y de 41 años de edad después de una larga persecución por calles y caminos de Rubiáns. El individuo circulaba con el carné de conducir retirado y en el test sobre consumo de estupefacientes dio positivo. En el cacheo posterior, los agentes descubrieron dos envoltorios de plástico que presuntamente contenían cocaína.
Los hechos se produjeron alrededor de las 13:35 horas del martes, cuando una patrulla de la Policía Local detectó la presencia de un vehículo Ford Focus de color rojo que ya conocían, como a su conductor, por otras actuaciones anteriores. A los guardias les constaba que el propietario tenía en ese momento el carné de conducir retirado, dieron la vuelta en su ruta para intentar detenerlo.
Cuando el individuo se dio cuenta de la presencia policial, intentó escapar, para lo cual hizo primero un adelantamiento indebido a dos coches en la avenida de Pontevedra y después dio un giro brusco y sin señalizar hacia la calle Perrón.
Desde ese momento ya se inició una persecución en la que el conductor del Ford Focus llegó a alcanzar los 100 kilómetros por hora en caminos y calles muy estrechos, poniendo en peligro a viandantes y conductores. Después de regresar a la carretera de Pontevedra, D. B. G, siglas a las que corresponde su nombre y apellidos, regresó a los caminos de Rubiáns.
Finalmente, a la altura del viaducto del AVE, los agentes se encontraron con el coche siniestrado y a su piloto dentro. Inicialmente opuso resistencia a salir del vehículo, que intentó arrancar en varias ocasiones, pero finalmente fue detenido y puesto a disposición judicial.
DAÑOS EN COCHES
Por otra parte, en el día de ayer también se registraron dos denuncias –con apenas una hora de diferencia- de dos propietarios a los que una persona o personas aún desconocidas causaron importantes destrozos en sus vehículos. Uno, en el aparcamiento cercano al Hospital; otro, en el estacionamiento disuasorio de la finca de Ouro, junto a de Fexdega. En ambos, los responsables hicieron inscripciones y grabaron insultos con objetos punzantes por toda la carrocería; en el según también fueron rotos los faros.