El pontevedrés Daniel Diéguez acumula una trayectoria vinculada siempre a actividades artísticas. Hace diez años comenzó una andadura profesional que a día de hoy lo reclama internacionalmente. Es un 'cake artist', un artista de la repostería especializado en chocolate. Elabora esculturas en tres dimensiones, de cualquier tamaño y son esculturas comestibles.
Crea arte efímero cuyo final está en los paladares. Arte también con un punto transgresor porque es una creación que hay que terminar destrozando. De hecho, comenta en este podcast del Cara a cara "para alguna gente es controvertido; e incluso para algunos gore por lo de meter un cuchillo y dar un ojo o un pedazo de cara para comérselo; pero no hay que olvidarse que es un trozo de tarta".
Creaciones por tanto para disfrutar con cuatro sentidos; ya que salvo escucharse, se ven, se tocan, se degustan y se huelen "a chocolate, por todas partes". Y ¿qué es el chocolate para Daniel Diéguez? "el chocolate es un material de trabajo sagrado y tan noble como la madera, la piedra o un metal precioso, que se puede trabajar de mil maneras".
Hasta comienzos de 2020 no paraba de viajar; participaba en competiciones nacionales e internacionales, impartía clases o lo reclamaban para realizar sus esculturas comestibles en vivo. Ahora habla en PontevedraViva Radio desde Canarias, donde reside temporalmente impartiendo clases como profesor de Dibujo.
Su parte como 'cake artist' la está visibilizando online a través de sus redes sociales. Con la parte presencial "de momento paciencia, está todo en el aire" explica. Esta semana recibía la invitación para un casting en Estados Unidos y las ferias y compromisos internacionales para este año están paralizados hasta que la situación sanitaria global le permita retomar su actividad.