Desde la entrada en vigor de las nuevas restricciones por la covid-19, que entre otras medidas ha impuesto un cierre perimetral a todo el municipio de Pontevedra, ha habido problemas en determinadas zonas, especialmente en las limítrofes en otros ayuntamientos.
Uno de los casos más sensibles se da, por ejemplo, en los barrios de Estribela (Pontevedra) y Cantodarea (Marín), acostumbrados históricamente a hacer juntos su vida diaria.
Los vecinos cruzaban los límites municipales para ir al supermercado, acudir al médico o recoger medicamentos en la farmacia. Y ahora, con estas restricciones, todo se ha complicado.
Lo mismo ocurre en otras áreas "fronterizas" como Ponte Sampaio y Arcade o Campañó y Poio.
Ante esta situación, el gobierno municipal de Pontevedra ha pedido a las autoridades que sean "flexibles" en el control de la movilidad de estas zonas, de manera que los vecinos que viven en ellas puedan entrar y salir de ellas sin problemas.
"Trátase de que revisen os peches para mellorar o día a día dos veciños", ha señalado la portavoz del ejecutivo local, Anabel Gulías, que ha pedido a la Xunta que "teña en conta estes criterios" a la hora de aplicar estas restricciones.