Las singularidades del año 2020 por la irrupción de la pandemia de la covid-19 se notaron en múltiples aspectos del día a día y uno de ellos ha sido el comportamiento del tráfico rodado. Los informes anuales de la Policía Local de Pontevedra muestran que, pese a que durante muchos meses hubo importantes reducciones de la movilidad, los delitos contra la seguridad vial se redujeron, si bien en porcentajes inferiores a los que cabría esperar. Una de las explicaciones posibles es que aumentaron los controles y, por lo tanto, se detectaron más infracciones, pero también hay que poner el foco en los meses de verano, en los que aumentaron los desplazamientos y los incumplimientos.
Este comportamiento es fácilmente detectable en los informes de la Policía Local relativos a la conducción bajo la influencia del alcohol y las drogas. El segundo trimestre estuvo marcado por el confinamiento estricto de la población a partir del 14 de marzo y el cuarto trimestre por el cierre perimetral de Pontevedra y el toque de queda. En ambos períodos, se redujeron de forma drástica la cantidad de alcoholemias positivos. Sin embargo, en el primer trimestre se habían registrado cifras importantes de infracciones y durante el verano en el que se abrió la movilidad repuntaron.
Por meses, en enero se detectaron 7 positivos, en febrero 10 y en marzo 7, si bien en abril tan sólo 1, en mayo no hubo ninguno y en junio 2. En julio ya se formularon 4 denuncias, en agosto y septiembre 8 por mes y en octubre, 5. En noviembre y diciembre el cierre perimetral y las restricciones más estrictas bajaron a 0 los positivos detectados.
Este mismo comportamiento se detecta si se analizan los delitos contra la seguridad vial denunciados por la Policía Local de Pontevedra en 2020 en relación con la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas. No todas las alcoholemias se convierten en un delito contra la seguridad vial, sino que aquellas con tasas de alcohol en aire espirado inferiores a 0,60 mg/l son sanción administrativa. Las superiores acaban en el juzgado.
Los informes relativos a los delitos por superar la tasa de alcohol permitida, dar positivo y drogas o negarse a realizar las pruebas revelan que en verano se disparan dejando cifras de más del doble que en los meses del resto del año, pero también doblando datos de otros años en las mismas fechas.
Así, en abril tan sólo se detectó un delito -frente a los 6, 8 y 9 de ese mes en 2019, 2018 y 2017-; en mayo hubo tres -en los tres años anteriores hubo en ese mes 6,8 y 9-; y en verano se cuadriplicaron. En julio hubo 14 frente a los 6, 8 y 9 de los años anteriores y en agosto se denunciaron ante el juzgado 13 cuando lo habitual había sido 8, 4 y 11.
Además de llamar la atención ese repunte de verano, también destaca la reducción del tercer trimestre, pues en octubre, noviembre y diciembre la Policía Local tan sólo denunció ante el juzgado a dos infractores por mes cuando en 2017 habían llegado a ser 12,10 y 7, respectivamente.
A nivel global, según las estadísticas de 2020, la Policía Local de Pontevedra instruyó un total de 109 atestados, en los que denunció a otros tantos infractores por 116 delitos contra la seguridad vial. Hay más delitos que infractores porque algunos cometieron más de uno.
Al respecto, desde la Policía Local explican que en cinco ocasiones el mismo conductor que llevaba un vehículo bajo la influencia de bebidas alcohólicas o drogas también se negó a someterse a las pruebas legalmente establecidas, también hubo dos conductores que conducían a pesar de que les habían retirado el permiso o licencia por decisión judicial, pérdida de puntos o no obtenerlo nunca y superaban las tasas de alcoholemia o drogas legalmente establecidas y a un conductor también lo denunciaron por la doble infracción de conducir sin permiso y negarse someterse a la prueba de alcoholemia.
Por delitos, el más habitual en 2020 fue, como sucede cada año, conducir bajo la influencia del alcohol y las drogas. Un total de 56 delitos, el 48% del total, fueron por este motivo. Además, 50 conductores, el 43%, fueron denunciados por no tener permiso de conducir, 6 por que se lo habían retirado por orden judicial, 35 porque habían perdido todos los puntos y nueve porque no lo habían obtenido nunca.
Menos frecuentes fueron el resto de delitos de tráfico denunciados. Dos conductores, el 2%, acabaron en el juzgado por conducción manifiestamente temeraria; y ocho -el 7%- por negarse a realizar las pruebas de alcohol.
En relación con los delitos por conducción alcohólica, destaca en las estadísticas que el 90% de los denunciados por la vía penal fueron hombres frente a tan sólo el 10% de mujeres y que la edad con más infractores es la comprendida entre los 35 y los 39 años, pues el 21% de los denunciados estaban en esa franja. En general, el 43% de los denunciados tenían entre 35 y 49 años y no hubo ningún denunciado de 18 y 19 años y tampoco mayor de 69.
Esos delitos de alcohol y drogas se detectaron fundamentalmente entre las doce de la noche y las cuatro de la madrugada. El 40,3% de los delitos contra la seguridad vial se denunciaron durante la madrugada y el 73% entre las 22.00 horas de la noche y las 8 de la mañana. Durante el día, de 9.00 de la mañana a 21.00 de la noche, tan solo se formularon el 27%.
Del total de 56 conductores que acabaron en el juzgado por superar la tasa de alcoholemia permitida, 46 superaron tasas de 0,65 miligramos de alcohol por litro de aire expirado y 10 tenían incluso tasas superiores a 1, esto es, el 22% tenían una tasa cuatro veces superior a los 0,25 permitidos. La tasa más alta detectada en 2020 la presentaba un conductor de 40 años que en agosto en la calle José Malvar dio un resultado de 1,44.
En total, la Policía Local de Pontevedra detectó en todo el año 142 conductores que daban alcoholemias positivas, habían consumido drogas o se negaron a realizaron las pruebas. De ellos, 62 acabaron en el juzgado, el 44% del total, mientras que 80 afrontaron una sanción administrativa.