ALCER Pontevedra alerta de que la covid-19 deja, en algunos casos, secuelas en el funcionamiento de los riñones
Por Redacción
A lo largo de este 2020, la Asociación de Lucha contra las Enfermedades del Riñón, ALCER Pontevedra, ha atendido a 137 familias a través del servicio de información y asesoramiento a personas con enfermedad renal crónica y a sus familias. Se trata de un programa que ha recibido una subvención de la Xunta de Galicia junto a Cogami.
Este colectivo recuerda que las personas que contraen una enfermedad renal crónica ven alterado su plan de vida por la necesidad de llevar una vida sujeta a un tratamiento renal sustitutivo, que puede ser a través de hemodiálisis en el hospital, tres veces a la semana, por diálisis domiciliaria diariamente o a través de un trasplante. También existe la opción de oscilar entre los tres tratamientos actuales de esta enfermedad.
La situación de la pandemia ha complicado la situación para estos pacientes que deben continuar asistiendo a las salas de diálisis y a las revisiones médicas periódicas. Muchas de estas personas son inmunodeprimidas y, por tanto, de riesgo con la consiguiente tensión e incertidumbre que provoca la actual expansión del virus. Por este motivo, durante el estado de alarma, ALCER Pontevedra llevó a cabo más de 150 contactos telefónicos con personas con esta dolencia y familiares. Las intervenciones continúan siendo mayoritariamente telefónicas, pero también se mantienen encuentros presenciales, siempre con cita previa.
El colectivo destaca la importancia de la prevención de la enfermedad renal porque un riñón que no realiza la filtración necesaria no duele y por lo tanto, la persona no suele acudir a una revisión. Señalan que los hábitos de vida afectan a estos órganos y alertan de que el mal uso o el abuso de medicamentos como el ibuprofeno puede tener consecuencia sobre el funcionamiento de los riños. También indican que en algunos pacientes la enfermedad covid-19 está causando secuelas que afectan al funcionamiento de estos órganos principales del sistema urinario.
Por último, la asociación recuerda que la donación de órganos es fundamental para los pacientes. Un trasplante renal mejora, en general, la calidad de vida de la persona con esta enfermedad y puede evitar el tratamiento diario y las restricciones en la alimentación.