Paula Dapena tiene 24 años y las ideas muy claras. Tiene tan clara su pasión por el fútbol como su feminismo y este sábado 28 de noviembre ambas se dieron la mano en un gesto que no pasó desapercibido en la Ciudad Deportiva de Abegondo, en A Coruña.
Jugadora del Viajes Interrias FF, acudió para disputar un partido amistoso con el Deportivo Abanca de la Liga Iberdrola y, para su sorpresa, se había decidido guardar un minuto de silencio por Diego Armando Maradona, fallecido esta semana a los 60 años. El gesto colisiona de forma frontal con sus ideas feministas, de modo que no lo dudó un momento y, mientras el resto de las personas presentes en el campo se mantuvieron en pie y en silencio, ella se sentó en el césped de espaldas.
"Dije que yo me negaba a guardar ese minuto de silencio por un violador, pedófilo, putero y maltratador y que si tenía que sentarme en el suelo y dar la espalda, pues lo hacía", explicó horas más tarde a PontevedraViva. Su imagen sentada en el césped no pasó desapercibida a nadie.
Esta joven natural de Pontevedra explica que se veía incapaz de participar en ese minuto de silencio por el futbolista cuando tan sólo tres días antes se había conmemorado el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia sobre la mujer sin que se adoptasen gestos similares. "Por las víctimas, no se guardó un minuto silencio; entonces, obviamente, no estoy dispuesta a guardar un minuto silencio por un maltratador y no por las víctimas", argumenta.
En su caso, se enteró de que se guardaría ese minuto de silencio al llegar a Abegondo, cuando una compañera le pasó un comunicado oficial de la Real Federación Española de Fútbol instando a realizar ese gesto de recuerdo por el fallecido. Sus posicionamiento feministas son de sobra conocidos en su equipo, de modo que, en el momento de salir al campo, sus compañeras y el cuerpo técnico empezaron a mirarla. "Me miraban y se reían porque sabían que yo no iba a querer", señala.
Paula reconoce que en el mundo del fútbol Maradona hizo historia y fue un deportista "con unas cualidades y habilidades futbolísticas espectaculares", pero se negó a guardar ese minuto de silencio porque opina que "para ser jugador, hay que ser primero persona y tener unos valores más allá de las habilidades".
Además, considera, al igual que ya hicieron muchos colectivos feministas durante los últimos días, que "no se puede perdonarle todas las barbaridades que cometió" fuera del campo. Por el hecho de que haya marcado golazos o ganado un Mundial, no se puede olvidar su historial de maltrato. "Es tener dos dedos de frente y un poco de sentido común", apostilla.
La joven futbolista fue la única de todas las personas que saltaron al campo en negarse a guardar ese silencio, pero, según explicó a PontevedraViva, sí tuvo apoyos en el estadio, pues el entrenador del otro equipo se le acercó en el descanso para preguntarle por qué se había sentado en el suelo y, cuando le explicó sus razones, le trasladó que él tampoco estaba de acuerdo con el gesto y "me felicitó".
Este gesto es quizás el más vistoso de los realizados por Paula hasta ahora, pero no su primera incursión en las reivindicaciones relacionadas con el feminismo. Así, pese a su juventud, lleva años informándose sobre la reivindicación de la igualdad entre mujeres y hombres y este año, durante el confinamiento, aprovechó para ahondar en la materia, consultando a mujeres que llevan años en la lucha. Ahora asegura que tiene las ideas cada vez más claras y se plantea participar de una forma más activa en la lucha.
También quiere participar en actividades con juventudes feministas y con docentes feministas. Está estudiando el Máster de profesorado con idea de ser docente algún día y le gustaría poder ayudar desde la educación en lograr esa igualdad real entre mujeres y hombres.