Investigan a un ladrón que hurtaba ropa bajo encargo: los 'clientes' pedían modelo y talla y él iba a la tienda
Por Natalia Puga
La Policía Local de Pontevedra mantiene la condición de investigado a un hombre de 57 años del que se pudo acreditar que hurtaba prendas de ropa bajo encargo en diversas tiendas de Pontevedra y de otras localidades gallegas. Sus 'clientes' le pedían el modelo y la talla de la prenda que querían y él acudía a la tienda en cuestión y se hacía con ella de manera ilegal
Los policías lo identificaron el pasado 5 de noviembre en las cercanías de la calle Padre Gaite de Pontevedra. El hombre es ya un viejo conocido de la Policía Local por otras intervenciones relacionadas con hurto de prendas de ropa de varios establecimientos de Pontevedra y ese día lo observaron en actitud sospechosa.
Según informó la Policía Local, observaron que llevaba una bolsa de gran tamaño y que estaba muy nervioso y miraba continuamente a ambos lados de la calle, comprobando si era objeto de seguimiento. Hacía comprobaciones de forma muy exagerada, de manera que los agentes decidieron darle el alto, identificarlo y comprobar qué piezas llevaba en la bolsa.
Los agentes comprobaron que en la bolsa tenía una chaqueta de piel marrón con la etiqueta de Zara valorada en 69,95 euros y un jersey de color azul de Springfield también con etiqueta y un precio de 12,99 euros. Los policías le pidieron el ticket de compra y reconoció que no las había pagado, sino que había cogido las prendas en las tiendas tras quitarle las alarmas.
En el momento en el que los agentes lo estaban identificando, intentó tirar al suelo una ganzúa, herramienta habitualmente utilizada para desalarmar prendas. Llevaba encima 820 euros en efectivo, una hoja de notas a modo de 'lista de la compra' con el nombre, la edad y las tallas de sus clientes y papel aluminio doblado en varias capas.
La Policía Local mantiene que este hombre hurtaba en diversos establecimientos de Pontevedra y se desplazaba a diversas ciudades de Galicia, especialmente a centros comerciales. Siempre cogía piezas de ropa que previamente le encargaban y actuaba de manera diferente en función del establecimiento en el que debía coger la prenda.
En la mayoría de las ocasiones, y con el fin de eludir el control policial, los productos hurtados los guardaba en distintos lugares como contenedores, matorrales o taquillas de consigna de supermercados. Posteriormente, los recogía para su distribución.
Los policías tienen constancia de que ya había actuado de esta manera en por lo menos dos ocasiones más. En 2018 ya lo habían sorprendido con una nota escrita a mano similar a la que llevaba en esta ocasión, con nombres, prendas y tallas.