Felipe de Luis: "El sueño de Sito era que el Cambados jugara contra el Madrid. Y se lo llegó a creer"

Pontevedra
01 de noviembre 2020

El periodista Felipe de Luis es el autor de Sito Presidente, libro que relata la etapa en la que el narcotraficante Sito Miñanco lideró al equipo de fútbol de Cambados, que protagonizó éxitos deportivos -estuvo a punto de ascender a Segunda División- entre una amplia gama de lujos y excesos

Felipe de Luis, autor del libro "Sito presidente"
Felipe de Luis, autor del libro "Sito presidente" / Mónica Patxot

Cuando Sito Miñanco perdió a su padre tomó una decisión. Hacerse con las riendas del Club Juventud Cambados, el equipo de fútbol de su pueblo natal. "Su muerte le marcó mucho. Podía tener otros intereses pero eso le pesó", explica el periodista Felipe de Luis.

Ese el punto de partida del libro Sito Presidente (Pepitas de calabaza, 2020), obra que relata la etapa en la que este narcotraficante lideró a un equipo que protagonizó éxitos deportivos -estuvo a punto de ascender a Segunda División- entre una amplia gama de lujos y excesos.

"Buscaba hacer un retrato íntimo de Sito y de la gente que le rodeaba", explica este periodista madrileño afincado en Pontevedra, que considera que "esta es una historia de gente anónima que llegó a vivir algo inaudito" para un pueblo que tenía apenas 13.000 habitantes.

Durante meses, Felipe de Luis entrevistó a exjugadores del Cambados, periodistas que vivieron esa época e incluso a familiares del propio Sito. Hablar con ellos, sin embargo, no fue fácil. "Hay mucho hermetismo. Es una mezcla de lealtad, vergüenza y miedo", reconoce el autor.

A Miñanco, que controló el club entre 1986 y 1989, "le gustaba mucho el fútbol", explica De Luis. Lo que no logró como jugador lo hizo como directivo. Llevó al equipo a cotas históricas. No sin extravagancias y derroches de dinero. "Tenía que demostrar que él estaba allí", añade.

Había dinero. Mucho. El equipo se puso de moda y llegaron jugadores de toda Galicia. Sito se esforzaba "en tenerlos muy contentos", afirma el autor del libro. Y no escatimaba en gastos. "Él quería ser un Dios en Cambados y la gente tenía una dependencia afectiva con él", subraya.

Miñanco, que controló el club entre 1986 y 1989,  llevó al equipo a cotas históricas. No sin extravagancias y derroches de dinero. "Tenía que demostrar que él estaba allí", explica el autor

Aunque "hay muchas leyendas", quienes vivieron esa época hablan de concentraciones en el Parador de Cambados, sueldos millonarios, bolsas de dinero, regalo de coches, lujosas fiestas, viajes a Panamá para celebrar ascensos o desplazamientos en planeadora por la ría.

"Lo que me gusta de esta historia es ver a un montón de hombres humildes de pueblo, que no tenían casi ni dinero ni habían salido jamás de Cambados y de repente se les presenta Sito y les dice que todo eso era para ellos", destaca Felipe de Luis.

El sueño de Sito Miñanco era que su Cambados llegara a jugar contra el Real Madrid, el otro equipo de sus amores. "Y llegó a creer que era posible", asegura De Luis. Pero estalló la operación Nécora y, aunque no cayó en ella, todo cambió para él. Se sentía perseguido.

Con el equipo agonizando en Segunda B, Sito desapareció. "Se acabó la historia y de un plumazo el Cambados volvió a ser el de antes", narra el periodista. El dinero, poco a poco, dejó de llegar. A muchos le costó digerirlo. "La diferencia era abismal. Lo pasaron muy mal", explica.

Hay a quien no le gusta recordar esa época. "Lo que no terminan de digerir bien en Cambados es que eso sigue ahí. No ha desaparecido", señala De Luis. Fueron apenas cuatro años en los que el club se convirtió en el tercer equipo más poderoso de Galicia, tras Deportivo y Celta.

De alguna manera Sito Miñanco fue "sin saberlo", precursor de una raza de presidentes que años después inundaron el fútbol español y que, según el autor, "a los aficionados nos hacían gracia con su parte campechana y cómica". Como Jesús Gil. "Tienen mucho en común", defiende. "Los dos eran muy impulsivos y tenían mucho carisma".

"A mí a veces me ha llegado a seducir la figura de Sito, hasta que piensas en quién era", concluye el periodista. "Es un delincuente. No hay duda", añade. Como tampoco la hay en que, a pesar de controlar la entidad durante años, el Cambados jamás ha estado relacionado con las actividades ilegales de Miñanco.