Ante los cambios en los protocolos que impuso la covid-19, el Concello de Pontevedra ha decidido que, igual que en el edificio administrativo de Michelena 30, otras tres dependencias municipales que tienen atención al público cuenten con un sistema de control de acceso.
Se trata de las nuevas oficinas de Urbanismo y Gestión Tributaria en la calle Herreros, la Casa Azul de la calle Sor Lucía y el Chalé de Fontoira, sede de los servicios sociales municipales.
Para poder regular este sistema, el gobierno municipal destinará 189.104 euros anuales para la contratación de personal titulado y formado en control de accesos.
El contrato que saldrá a licitación tendrá una duración de tres años, con la posibilidad poder prorrogarlo durante dos años más.
Su función sería, básicamente, atender al público en la entrada de estas dependencias y organizar los accesos para evitar posibles aglomeraciones.
Además, este personal tendrá que garantizar el cumplimiento de los protocolos y medidas de prevención de la covid-19, con respecto al uso de mascarillas y del gel hidroalcólico.