Seis meses y medio después del inicio de la pandemia de la covid-19, el centro penitenciario de A Lama ha confirmado su primer positivo en la enfermedad. Se trata de un interno que salió a la calle porque le habían concedido un tercer grado y, al regresar a la prisión, fue puesto en cuarentena y sometido a una prueba PCR.
La forma en la que se ha detectado el positivo limita mucho las posibilidades de contagio o a otros reclusos o al personal de la prisión, pues se descubrió como fruto de los estrictos protocolos de seguridad que se aplican en el centro a todas las personas que llegan procedentes de la calle.
Fuentes oficiales de Instituciones Penitenciarias han confirmado el positivo, que se detectó después de que este lunes el interno fuese sometido a una prueba PCR.
Según ha podido saber este periódico, al interno se le concedió el tercer grado y salió a la calle, pero, por resolución judicial, tuvo que volver a segundo grado y, por lo tanto, regresar al centro penitenciario. Al regresar, se le puso en cuarentena preventiva en el módulo de Ingresos y se le realizó la citada PCR sin que llegase a estar en contacto con ningún otro preso.
El positivo es el primero en el centro penitenciario de A Lama desde el inicio de la pandemia y, tras detectarse, se activó el protocolo anti covid-19, por el que estará aislado hasta que supere la enfermedad, para evitar contagios a trabajadores e internos.
En Galicia ya se habían registrado antes contagios en el centro coruñés de Teixeiro, pero en el penal pontevedrés tan sólo un falso positivo.