La ausencia de limitación de aforo en el transporte marítimo genera quejas entre viajeros a Ons
Por Marisa Ciordia
Al igual que sucede entre viajeros de transporte terrestre o aéreo, el medio marítimo también es objeto de quejas entre usuarios que realizan sus trayectos sin posibilidad de mantener las distancias de seguridad en esta coyuntura pandémica, ya que la capacidad de los transportes va al completo. Es lo que sucedió el pasado fin de semana entre usuarios de la Naviera Nabia que se desplazaban hasta la Isla de Ons.
Trasladaron sus quejas a las redes sociales ante la incomprensión de tener que "viajar pegados" sin que hubiera asientos vacíos para mantener las distancias de seguridad que recomiendan las autoridades sanitarias. Esta situación responde, como indican desde el departamento de calidad de Nabia a que "en el transporte terrestre y el marítimo está permitido por Decreto la ocupación del cien por cien del aforo. En el mar, donde la normativa es muy estricta, el patrón jamás permite superar esa capacidad. Y es obligatorio el uso de mascarilla".
Ante estas quejas añaden que "podemos entender su interpretación: ¿cómo vamos a mantener la distancia de seguridad si el barco va completo?, pues para eso está la mascarilla. El gobierno lo ha contemplado así y nosotros lo acatamos". El barco tiene una capacidad para 250 personas a las que se añaden otras cuatro pertenecientes a la tripulación.
La obligatoriedad de mantener la distancia de seguridad interpersonal, sí se establece fuera del barco: taquilla, el embarque y desembarque, ... a tales efectos la empresa tiene una persona en cada muelle, como les marca Capitanía Marítima, aunque también apelan a la responsabilidad de cada persona y cada grupo durante la movilidad en estos tránsitos.
En cuanto al uso de las mascarillas, el personal está pendiente de que se cumpla y "los propios pasajeros nos indican si hay personas que puedan incumplir su uso"; una circunstancia que ratifica uno de los pasajeros, reseñando que la tripulación tuvo que llamar la atención a algunas personas que la llevaban retirada "porque estaban consumiendo unas cervezas" y aunque no se contempla la prohibicón de comer y beber en el barco, sí la de retirarse la mascarilla, por lo que resulta inviable ingerir nada.
Otra de las quejas manifestada por usuarios de estos viajes del pasado sábado 25 de julio aludía a que "no vimos que el barco en que embarcamos de vuelta se hiciera una limpieza entre los que bajaban y los que subimos". A este respecto, desde la gerencia de la naviera replican que "no podermos tener el barco parado media hora porque hay unos horarios de atraque autorizados que hay que cumplir. Por eso, conforme el pasaje va saliendo, se van limpiando los asientos con líquido higienizante. Cuando todos salen, lo normal es que todos los asientos estén limpios para la subida del siguiente pasaje".
Desde la Consellería de Infraestructuras e Mobilidade reiteran lo ya expuesto: "Al igual que sucede en el transporte de viajeros en autobús, avión y tren, en este momento, las embarcaciones pueden ocupar todas sus plazas, aunque es obligatorio el uso de mascarillas por parte de los usuarios, entre otras medidas de prevención". Y, en cualquier caso, "las empresas tienen la obligación del cumplimiento de medidas de higiene y protocolos implantados por causa de la COVID-19".