Este viernes, dentro de los actos de la Semana del Patrimonio Invisible, se realizaba la visita al Convento de Santa Clara que ya hace días agotó sus plazas, como informábamos en Pontevedra Viva.
Este interés de los pontevedreses motivó que le preguntásemos al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, sobre el punto en el que se encuentran las negociaciones con las monjas clarisas para que el convento y los jardines con su huerta y bosque, puedan abrirse al público. "Estamos a falar dun espazo de 12.000 metros cadrados no centro da cidade que é moi apetecible", manifestaba el alcalde.
El regidor capitalino insistía en que lo importante es que se pueda realizar esta visita, un primer paso para abrir a los pontevedreses este espacio, y recordaba que, más allá de los deseos del Concello de Pontevedra, se trata de un conjunto patrimonial que es de propiedad privada.
"A nós gustaríanos que este patrimonio non se perdera, que se conservara, e se pode ter uso público ou ser permeable aos cidadáns, moitísimo mellor, pero este é un tema no que estamos nas fases iniciais e non sabemos exactamente en que vai quedar", apuntaba el alcalde y añadía que una solución provisional pasaría por "facer un convenio de uso dos espazos exteriores a cambio de facer un mantemento ata que non haxa un acordo definitivo de venta por parte das clarisas".
En todo caso, las negociaciones se encuentran paradas por diferentes motivos, como indicaba Miguel Anxo Fernández Lores: "vai lento isto porque creo que xa foi hai dous anos que estiven en Santiago, entre que te chaman e non te chaman, un avogado e outro, que foi varias veces, vai lento".
Sobre el uso que se le podría dar al Convento y su entorno, ni el alcalde ni el concejal de Urbanismo y Patrimonio Histórico, Xaquín Moreda, se posicionaron. Pero ha sido significativo el interés de ambos cuando en la visita guiada llegábamos a los jardines junto al muro limítrofe con la plaza de Barcelos. El guía comentaba que el jardín de las clarisas se encontraba varios metros por debajo de la plaza de Barcelos, de tal modo que el muro se eleva 8 metros hacia el espacio de las clarisas y 6 en su parte exterior. En este punto, el alcalde y el concejal, que también es arquitecto, conversaron sobre la posibilidad de habilitar una conexión con la plaza de Barcelos y qué obstáculos habría que sortear.
Otra anécdota se producía cuando el guía Leo González, de la empresa santiaguesa de gestión cultural Trivium, la encargada de estas visitas, aludía al silencio que reinaba en todo el exterior del Convento, algo que atribuía a los altos muros, como pantalla auditiva frente al tráfico rodado. El alcalde cabeceaba entre risas en clara alusión a que algo tiene que ver la peatonalización de la ciudad y la limitación de la velocidad en el casco urbano con esta circunstancia.
El Convento de Santa Clara permanece cerrado al público desde el 25 de septiembre de 2017. Las monjas de clausura abandonaban este espacio para trasladarse a Santiago. Excepcionalmente, este viernes acudieron al convento pontevedrés para abrir las puertas a la visita organizada, pero sin ser vistas, ya que mantienen su condición de clausura.
Este fin de semana, Pontevedra Viva ofrecerá un recorrido detallado por gran parte del recinto y el entorno de Santa Clara, plagado de anécdotas y donde los pontevedreses podrán descubrir espacios tan significativos como los amplios jardines, el bosque de frutales, la majestuosidad de sus muros o las curiosidades del claustro, donde se encuentra una fuente similar a la de la Ferrería.