Desayunos saludables para los más vulnerables de Monte Porreiro: "Cuidar la infancia es imprescindible"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El reparto comenzaba a las nueve de la mañana, pero cuando el reloj aún no había marcado las ocho y media, el primer padre ya acudió al centro social de Monte Porreiro. La asociación de vecinos O Mirador inició este lunes el reparto de desayunos y meriendas saludables para los niños de las familias más desfavorecidas del barrio y el hambre hizo madrugar a los primeros progenitores deseosos de que sus hijos pudiesen amanecer con algo más que un vaso de leche con ColaCao.
Pese al madrugón, a su llegada ya tenían una bolsa esperándoles. Las responsables de la empresa local Elefantas de Cacharrería llevaban desde las siete en marcha para preparar el pack con el que un centenar de niños de 24 familias tuvieron este lunes un despertar sano garantizado. Dentro, un zumo, un batido de ColaCao, dos piezas de fruta, un brick de leche, una pieza dulce artesana y un bocadillo de pan artesano con los que cada niño podrá desayunar y merendar cubriendo sus necesidades nutricionales.
La iniciativa es posible gracias a la aportación de la empresa de seguros Reale, que ha realizado una donación de dinero que hará posible que el servicio funcione durante dos meses. La pontevedresa Paula Álvarez Ameijeiras actuó como mediadora y, con la colaboración deMaría Rey y Marga Soliño, redactó un proyecto que ha llevado la fruta a 24 hogares en los que, por su situación económica, resulta inaccesible.
Ella se resta importancia. "Simplemente he hecho llamadas y enviado un correo redactando un proyecto y poco más", dice con total modestia, pero sin su intervención el dinero no habría llegado a Pontevedra. Pese a que trabaja en Madrid, se encuentra en casa teletrabajando hasta septiembre, supo que Reale estaba poniendo en marcha este tipo de proyectos y se decidió a aportar su granito de arena. Este lunes, pudo comprobar que desde antes de las ocho y media de la mañana y a cuentagotas, padres con mascarillas se llevaban la primera buena noticia del día a casa.
Uno de estos padres, que prefiere mantener el anonimato, se llevó un paquete para su hijo de nueve años con la satisfacción de saber que estará un poco más alimentado. Con la supresión de los comedores y desayunos de los colegios, las necesidades nutricionales de niños como el suyo se habían visto afectadas. Normalmente, "desayuna ColaCao con galletas, si las hay, que no siempre las hay" y es consciente de que no es lo más recomendable para su crecimiento.
Esta familia de tres está pasando por "una situación muy difícil" desde hace ya "bastante tiempo" que "se nos complicó con esto", con la pandemia del coronavirus que redujo mucho más sus ingresos. Para salvar el escollo acuden al Banco de Alimentos de Monte Porreiro y es ya "una buena ayuda", pero les faltaba esta nueva iniciativa para mejorar la alimentación de su hijo. Con la bolsa en la mano y una sonrisa oculta tras la mascarilla, muestra su agradecimiento: "gracias a estas cosas podemos tirar un poquito para delante".
Los niños son, por lo tanto, los beneficiarios de esta ayuda, un objetivo que perseguía María Rey desde el principio. Son "los más vulnerables" y aunque los bancos de alimentos aportan comida básica para las familias, "no van a merendar ni desayunar lentejas", de modo que pensó que había que buscar una solución. A través de Reale y la asociación O Mirador lo consiguieron para los de Monte Porreiro.
"Los niños son los grandes olvidados de esta pandemia", lamenta, al tiempo que recuerda que "al estar en casa se come más" y "los niños de las familias en estos momentos lo está pasando mal tendrán derecho a tener batidos y bocadillos como los demás". Como filosofía de vida y de este proyecto, aboga por "buscar que los niños tengan todos la misma infancia, estén tus padres cobrando el ERTE o no o trabajando o no", pues "cuidar la infancia de los niños es imprescindible".
La iniciativa permite ofrecer a todos los pequeños de las familias más vulnerables "un desayuno y una merienda acorda a sus necesidades" y, al mismo tiempo, ayudar al comercio local, pues la financiación de Reale va a parar a Elefantas de Cacharrería, Frutas Moncho, Capri y Froiz. "La idea que tuvimos desde el principio es que todo el dinero tenía que quedar en comercio de Pontevedra", explican sus impulsoras.
Un abuelo con nietos de 5, 8 y 11 años acudió a recoger tres bolsas y, al conocer lo que llevaban dentro, se mostró muy agradecido. Está jubilado y cobra 450 euros, su mujer trabajó toda la vida en la limpieza sin asegurar y no cobra pensión y han tenido que traerse a Monte Porreiro a sus tres nietos desde Vigo porque su hija lo estaba pasando mal. Gracias al Banco de Alimentos, "podemos vivir" porque "si no, ¿a dónde íbamos con 450 euros?".
Lo mismo le pasa a una madre con dos niños de 4 y 8 años. Acude con el pequeño, que no tarda en empezar a comer una de las piezas de la bolsa, y explica que dejó de ingresar el sueldo de su trabajo en un restaurante y, pese a que su marido sí trabaja, "lo pasamos muy mal". Un día normal, a ese niño que ahora devora un pastel "le habría dado un ColaCao, nada más, porque no llego a fin de mes".
Mientras se ponen en marcha iniciativas como esta, las necesidades siguen surgiendo y en el Banco de Alimentos de Monte Porreiro siguen necesitando galletas. Toda aportación de particulares y empresas será siempre recibida con una sonrisa.
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