Niegan un permiso penitenciario a un maltratador que, en la recta final de la condena, sigue "distorsionando" las relaciones de pareja
Por Natalia Puga
Primero el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Galicia, con sede en Pontevedra, y después la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
Ambos tribunales han rechazado que un hombre condenado por violencia de género disfrute de un permiso penitenciario a pesar que se encuentra ya en la recta final de la condena porque consideran que, en su caso, la orientación de las penas de prisión de reinsertar a la persona penada todavía no ha surtido efecto y, a las puertas de salir en libertad, sigue sin asumir su delito y cambiar su actitud hacia los malos tratos.
El hombre fue condenado a 29 meses y 18 días de prisión por varios delitos relacionados con la violencia de género: malos tratos, quebrantamiento de condena, coacciones y amenazas. Está previsto que cumpla la totalidad de su condena el próximo 21 de agosto de 2020 y, meses antes, empezó a solicitar la posibilidad de disfrutar de permisos penitenciarios. Sin embargo, se le ha negado tal posibilidad.
El juez de Vigilancia Penitenciaria fue el primero en negárselo y, después de que presentase recurso ante la Audiencia Provincial, el magistrado Juan José Trashorras confirmó esta decisión con rotundidad. De hecho, esta no es la primera vez que ambos jueces abordan una posible salida en libertad, sino que en el otoño de 2019 también estudiaron una petición similar y resolvieron de la misma forma.
"Claro que coincidimos", resuelve el magistrado en la Audiencia en un auto en el que reconoce que el preso "reúne los requisitos fijados por la legislación vigente para el posible gozo de un permiso ordinario de salida", pues está clasificado en el segundo grado penitenciario, ya superó una cuarta parte de la condena el 25 de octubre de 2018, la mitad el 4 de junio de 2019 y las tres cuartas partes el 12 de enero y el 21 de agosto cumplirá la totalidad de la pena. Además, en prisión no se le observa mala conducta e incluso le han reconocido cuatro recompensas por ese buen comportamiento.
Sin embargo, a esta enumeración de los motivos por los que cumple los requisitos para poder salir de permiso el juez de la sección segunda hace referencia a un informe psicológico que concluye que este interno "distorsiona completamente el delito y las relaciones de pareja". El documento ahonda en que "presenta deficiente autocrítica".
Esta es la tercera vez que este hombre ingresa en prisión por hechos similares y, justo antes de esta tercera ocasión, estaba realizando un programa para la prevención de la violencia de género que le habían impuesto como medida alternativa a la prisión. Pese a llevar once meses en el programa y ya más de dos años en la cárcel "sigue manteniendo las distorsiones referidas".
El auto judicial sostiene que este hombre, que en el centro penitenciario de A Lama se encuentra en un módulo de convivencia y respeto y trabaja en la cocina, presenta una "muy deficiente asunción de la responsabilidad delictiva" en el ámbito de la violencia de género. En opinión del magistrado, esto refleja que "no se han modificado aquellos factores o rasgos de su personalidad relacionados con dicha actividad delictiva", esto es, con los malos tratos que le llevaron a prisión.