Los municipios de las Rías Baixas continúan analizando las posibilidades que se abren para regular el acceso y el aforo a sus playas durante los próximos meses. El último en pronunciarse, al menos de momento, ha sido el Concello de Vilanova de Arousa.
Lo ha hecho en un sentido muy claro. A la hora de disfrutar de sus arenales, tendrán prioridad todos los vecinos empadronados en Vilanova, aquellos que tengan segunda vivienda en ella y los turistas que estén alojados en los establecimientos hoteleros del municipio.
"Lo que sobre será de uso libre", ha avanzado el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, a través de un video que ha sido difundido por las redes sociales del Concello.
Este control, añade el alcalde de Vilanova, es "necesario" para separar a los usuarios de las playas y que se puedan mantener las medidas de seguridad que recomiendan las autoridades sanitarias.
Además, Durán invita a que todo el mundo "si hay espacio" pueda disfrutar de las playas de su municipio pero ha pedido que se haga "con sentidiño", porque advierte que "si esto se convierte en un desmadre restringiremos aún más el acceso a las playas".
"No vamos a permitir que se salten las normas", añade el regidor, que asegura que "todo el mundo es bienvenido a Vilanova", pero avisando que "no voy a consentir" que se produzcan situaciones que "pongan en peligro" la salud de sus habitantes.