Las pruebas PCR realizadas en los últimos días a los trabajadores y a los menores residentes en Príncipe Felipe han confirmado que el centro está libre de la COVID-19. Casi dos meses después del inicio de la pandemia, no ha habido ningún caso de contagio en las instalaciones.
De ahí que la comisión de seguimiento haya comenzado a trabajar para diseñar el escenario de la próxima fase 1 de la desescalada.
Los parámetros de prevención, seguridad, rigor y anticipación seguirán aplicándose en los nuevos procedimientos que se están diseñando para esta nueva etapa, realizando especial hincapié en que los derechos y bienestar de los menores "son prioritarios".
Así lo ha destacado la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, que avanzó que la comisión trabaja especialmente en la progresiva vuelta a la actividad con la eventual reapertura del centro de educación especial, el colegio o la escuela infantil, que son centros en los que se prevé la recuperación de actividad limitada para facilitar la conciliación.
Además, se aprobó el suministro de los equipos necesarios, comenzando por la adquisición de los equipos de medición de temperatura, así como la adecuación de los espacios necesarios de cara a esa próxima fase de la desescalada o a la organización de las visitas a los menores del centro que llevan más de 45 días sin contacto físico con su entorno familiar.
"Queremos que se recupere en cuanto sea posible pero con todas las garantías sanitarias", destacó Silva.
Para eso ya se está preparando un protocolo específico que guiará todos los pasos desde la toma de temperatura en la entrada, higiene de manos y estancia en la sala de visitas, todo ello bajo el control de personal específico.