El comité de seguimiento del Covid-19 de la Deputación se reunió este lunes para iniciar la planificación de la desescalada. La modificación de las bases del Plan Concellos fue una de las primeras medidas acordadas por todos los integrandes de este comité, en el que está también la oposición y técnicos del ente provincial. Además estudian la modificación del presupuesto que será debatido en el pleno de junio o la evaluación de todos aquellos programas provinciales que suponen la afluencia de personas o relaciones interpersonales. “Queremos ser tremendamente prudentes", dijo la presidenta, Carmela Silva.
Entre otros acuerdos derivados de esta reunión está la reinciporación de las 550 personas que están haciendo teletrabajo de forma gradual. Además, en los lugares de trabajo la Deputación planifica la instalación de elementos de separación en las diferentes dependencias. Además, los dispositivos digitales para fichar serán sustituidos por otros con tarjeta y se limitará el uso de los ascensores.
Para la atención a los usuarios, se instalarán arcos de medición de temperatura en los accesos a algunos edificios, se fomentarán los sistemas de cita previa, se establecerán sentidos de circulación en el interior de los edificios o permanencia limitada a un máximo de 15 minutos en el interior de los edificios.
En cuando a la dotación de elementos de seguridad personal, la Deputación calcula que dispone de mascarillas para satisfacer las necesidades de todo su personal durante los próximos seis meses. No obstamte, completaron la adquisición de delanteles de polietileno, gafas, pantallas, guantes buxos y más de 500 litros de antiséptico para uso del personal laboral.
Las medidas de precaución se complementan con las instrucciones a la empresa de limpieza para extremar la higiene con nuevos protocolos prestando especial atención a los elementos más peligrosos como vectores del transmisión del virus, limpieza de filtros de aire, ventilación y correcta gestión de los residuos.