Deberes a domicilio para los mayores de Cuntis: "Créeme si te digo que las fichas para cubrir me dieron la vida"
Por María José Pita
Dolores Fernández, a sus 76 años, desborda una energía que ni las cuatro operaciones ("la última, de la garganta, creí que no lo contaba"), ni los muchos años de vida laboral ("trabajando en el hotel [Balneario de Cuntis], en baños y masajes, limpiando un banco, bordaba... de todo, hacía de todo") pensaba que la detendrían.
Hasta que llegó el estado de alarma y el confinamiento obligado. Como tantas personas del rural, la huerta era su válvula de escape. Pero la primavera quiso comenzar con tiempo inestable. "Los primeros días de cuarentena que llovió le decía a mi marido: ‘¿qué voy a hacer yo ahora?’ Me harté de ganchillar, bordar, vainicas... Créeme si te digo que las fichas del taller de memoria me dieron la vida".
Dolores es una de las usuarias que cada semana acudía puntual al Taller de Estimulación Cognitiva, que es así como se denomina técnicamente el taller de memoria organizado por el Concello de Cuntis. "Participo desde que empezó, no te puedo decir justo el año pero hace mucho, mucho tiempo". Con todos los talleres cancelados por la amenaza del coronavirus, para Dolores fue una gran alegría recibir en su domicilio las fichas para trabajar la agilidad mental desde casa: "tanto que le dije a mi marido, voy a repartirlas para que me duren mucho, y me propuse hacer no más de tres hojitas cada día; incluso cuando fui a la compra, que voy de ocho en ocho días, me compré un sudoku de 100 páginas para no perder el ritmo".
La idea de repartir las tareas puerta a puerta surgía de un modo casual, como nos comenta Miguel Couto, el jefe de la Agrupación de Protección Civil e Emerxencias de Cuntis. "Primeiro fomos levando os deberes aos estudantes e, cando os entregabamos nas casas, vimos ou nos contaban os familiares, que os maiores estaban moi enganchados á televisión porque perderan a rutina de ir ás actividades fóra da casa".
Esta situación llegó a conocimiento de los servicios sociales del Concello. Aunque ya se estaba estudiando la manera de dar continuidad a las actividades municipales a distancia, se le dio prioridad a este caso. La trabajadora social, Susana Gómez, enseguida empezó a llamar uno por uno a cada usuario, en su mayoría mujeres, de los talleres de memoria que habían sido interrumpidos.
A pesar de la complejidad de organizar a todos los usuarios, cerca de 90, el sistema se está desarrollando de un modo totalmente coordinado. Desde el Departamento de Cultura e Servizos Sociais se preparan las carpetas con las fichas de trabajo y, los viernes por la tarde, los miembros de Protección Civil hacen el reparto a domicilio a los alumnos, con material suficiente para quince días. Además, "coa nova tarefa vai engadida a resolución dos exercicios que van rematando", añade Miguel Couto.
El éxito de la iniciativa no solo está en la satisfacción de los usuarios habituales del taller de memoria si no en el hecho de que se incorporasen nuevos alumnos durante este tiempo de confinamiento. "Nalgúns casos chamaba un familiar para pedirnos para a nai, por exemplo, para que se puidera unir ao programa e poder ter actividades para facer estes días na casa", apunta Susana Gómez, la trabajadora social del Concello.
Desde los servicios sociales, Gómez también se refiere a la gran dispersión poblacional del municipio, que se traduce en que, antes del estado de alarma, estuviesen activos nada menos que once talleres de memoria en diferentes lugares. De ahí lo excepcional de este reparto, que se realiza tanto por el "casco urbano, como por Mesego, Estacas, San Mamede, Cequeril, Sebil, Troáns, Magán, Arcos, Couselo e Teaño".
Esta semana comienza la segunda entrega de las tareas de memoria, que vendrá acompañada de un detalle para los alumnos, nos adelanta la trabajadora social. "Co novo material lles imos levar outras fichas con exercicios básicos para fortalecer a masa muscular, evitar contracturas... que veñen en fotos e moi ben explicados para que a xente tamén exercite un pouco o corpo e mellore o seu estado físico".
Como Dolores Fernández, la alumna con la que empezábamos este reportaje, no había recibido las tareas cuando conversamos por teléfono, nos permitimos desvelarle la sorpresa. "Pues me das una alegría porque yo también iba a gimnasia de mantenimiento los martes y viernes y después de comer todos los días salía con mi marido a caminar hora y media y ahora no se puede". Su testimonio es la mejor prueba de que las actividades de envejecimiento activo a domicilio son efectivas.
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