El sector turístico ha comenzado a echar cuentas sobre una campaña que, en términos económicos, amenaza con ser desastrosa. Y es que, a pesar de que permanece la incógnita sobre la fecha en la que podrán retomar su actividad, los números no son halagüeños.
Un informe elaborado por el Clúster de Turismo de Galicia augura que, en el mejor de los casos, la comunidad perderá uno de cada dos turistas. De producirse el escenario más negativo, se perderían dos de cada tres viajeros este año.
Las pérdidas estimadas por la patronal, contando con el confinamiento se levante a mediados de mayo, serán de unos 2.476 millones de euros, un 3,6% del PIB gallego. La llegada de viajeros se reducirá en un 50%, con caídas superiores a los 2,5 millones de turistas y, además, se destruirían hasta 32.000 empleos, uno de cada cuatro en el total del sector.
Estas previsiones podrían ser incluso más negativas, con la pérdida de hasta el 50% de los puestos de trabajo, en función de la evolución de la crisis y los tiempos que las autoridades sanitarias establezcan para la recuperación de la actividad turística.
El retraso en la reapertura podría llegar a afectar también a las previsiones del Xacobeo 2021 con el que, según el Clúster de Turismo de Galicia, la comunidad se preparaba para recibir a unos seis millones de turistas.
Aunque este Año Santo servirá, en mayor o menor medida, para contribuir a la recuperación del sector, el informe del clúster señala que la llegada de turistas, contando con un previsible rebrote del COVID-19 en otoño, oscilará entre los 4,1 y los 2,9 millones de personas.
"En este difícil contexto el informe dibujamos hasta cuatro escenarios, de más a menos positivo, para poner negro sobre blanco de qué impacto económico y laboral estamos hablando sobre el turismo en Galicia", explica el presidente del clúster, Cesáreo Pardal.
En este sentido, Pardal señala que el cierre obligatorio de establecimientos, la crisis de confianza y la limitación en la libre circulación de viajeros, "da como consecuencia una retracción de la demanda, crisis económica y cambios normativos cuyas consecuencias vamos a ir viendo poco a poco".
Por todo ello, el sector confía en que las diferentes administraciones sean "conscientes" de su peso en la economía y de la importancia de "medir muy bien" el calendario de desescalada para "mitigar en lo posible" el impacto de esta crisis, especialmente en Galicia.