La comunidad islámica de Pontevedra también comenzará el Ramadán en el confinamiento
Por Marisa Ciordia
De acuerdo a las normas fijadas desde el pasado 17 de marzo, las mezquitas en España permanecen cerradas. La de Pontevedra no ha sido una excepción. Y así seguirá hasta que las decisiones que adopte el Gobierno permitan su reapertura. Esta circunstancia conlleva que quienes profesan la religión del islam, vivirán el Ramadán en el confinamiento, no será posible vivirlo en comunidad.
El Ramadán comenzará este año el 24 de abril y concluirá el 24 de mayo, de acuerdo al calendario hijri; su calendario lunar, también de doce meses, pero con once o doce días menos que el calendario gregoriano. Se trata de un mes sagrado en el que conmemoran que el profeta Mahoma recibió la primera revelación del Corán. Es obligatorio para todos los musulmanes sanos con algunas salvedades que atañen a edades y sexos.
Durante ese mes, deben cumplir el ayuno absoluto, ni beber ni comer, desde el amanacer hasta que se pone el sol - entre las 5.44 horas hasta las 21.30 horas-, y realizar cinco rezos diarios "solo o con la familia" orientados hacia la Meca, durante cinco minutos. A éstas también se suma el azaque, o zakat, que se correspondería a dar caridad para purificar riquezas.
El presidente de la comunidad musulmana en Pontevedra, Mohamed Bah explica que "siempre hacemos los rezos en la mezquita, pero ahora con esta enfermedad, para evitar contagios, rezamos en casa. Así que todo lo que se hace durante el Ramadán, se hará desde las casas".
El momento de cada una de esas cinco lecturas del Corán está pautada, de hecho Mohamed los tiene perfectamente memorizados: 05.44, 14.29, 18.19, 21.23 horas "que es cuando hacemos el desayuno el primer día y el último a las 22.55 horas, tras el que solemos hacer quince o veinte minutos de rezo, a parte". Por si acaso la memoria falla, existen aplicaciones para dispositivos móviles que "hacen saltar una alarma para cada hora de rezo".
La comunidad musulmana en Pontevedra, que supone alrededor de tres mil personas, está viviendo esta pandemia "igual que el resto, con mayor o menor miedo y cumpliendo el encierro". Mohamed Bah tiene una carnicería donde también vende otros productos de alimentación. Recibe pedidos que lleva a domicilio para aquellas personas que no pueden o prefieren no salir; y también cumple las máximas establecidas de distanciamiento, de forma que solo entran para hacer la compra dos personas al mismo tiempo. "Hay que evitar la enfermedad para los demás y también para mí porque no puedo llevar la enfermedad a mi familia", ya que vive con su mujer y un sobrino.
Dentro de esta comunidad pontevedresa el coronavirus no se ha llevado la vida de ningún miembro, pero sí que fallecía el pasado día 6 Riay Tatary Bakry, presidente de las Comunidades Islámicas de España durante los últimos treinta años y este mismo lunes 13 la mujer de Bakry, apunta Mohamed.
El consejo de Bah es sentido común: "que atendamos todos a las normas del Gobierno quedándose en casa para evitar problemas y después poder salir con normalidad". También traslada un agradecimiento: "gracias a todos los que están ayudando contra la enfermedad, a la Policía, Guardia Civil, la Xunta, el Concello y gracias también a quienes se están quedando en casa".
Relacionadas:
-
Un dulce marroquí, una historia de superación y el Ramadán
Por Mónica Patxot & María José Pita |
-
Cuenta atrás para el comienzo de 'Amal en Ruta Pontevedra 19'
Por Almu Dapena |
-
La cuarta parte de la población se identifica como no creyente o atea
Por Oskar Viéitez |
-
RADIO.- Cara a cara con un verdadero musulmán
Por Marisa Ciordia |