La residencia del CGTD, de alojar bomberos en los incendios de 2006 a refuerzo en la lucha contra el coronavirus
Por Diego Espiño
El Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD), concretamente su residencia, es la opción que baraja la Consellería de Sanidade para alojar pacientes de coronavirus en la fase final de su recuperación en el caso de que los centros hospitalarios se vean desbordados, tras descartarse el posible uso del Hospital Naval de Marín.
Esta residencia, antiguamente ligada al colegio Atlántico antes del de la reconversión del Estadio de la Juventud como centro de alto rendimiento deportivo, está ya preparada para el uso que se le quiera dar en plena crisis, como ya sucedió en el año 2006. Por aquel enconces el centro dio cobijo a bomberos que participaban en el dispositivo de extinción de los importantes incendios forestales que azotaron buena parte de Galicia. Ahora, 14 años después, la emergencia es otra bien distinta.
"Nosotros nos adelantamos", explica el director del CGTD, Jesús López, pues antes de que se pensase si quiera en la opción de recurrir a sus instalaciones y "como ya se había utilizado en 2006 para los bomberos, aprovechamos para limpiar toda la residencia por si hiciese falta". Eso sí, reconoce que "no estábamos pensando en enfermos, estábamos pensando más a lo mejor en personal sanitario".
Por ese motivo procedieron a retirar la ropa de los deportistas que quedaba en los cuartos y a desinfectarlos a fondo, incluidos los baños "que es lo que solemos hacer siempre al final de temporada".
De esta forma las instalaciones están preparadas para su uso inmediato si hiciese falta, es decir, si los centros hospitalarios de la ciudad se quedan sin camas disponibles por los efectos de la pandemia del COVID-19. En ese caso el CGTD podría recibir a medio centenar de enfermos.
La residencia cuenta con 56 habitaciones (48 dobles y 8 individuales), todas ellas con baño propio, pero la intención sería usarlas con un sólo paciente por cuarto. Además, se podrían utilizar las zonas comunes del edificio para almacenar material sanitario y el comedor para el uso del personal sanitario. Todo ello en pleno centro de la ciudad.
Se trata simplemente de un plan B avanzado entre la Consellería de Sanidade y la Secretaria Xeral para o Deporte de la Xunta de Galicia, de quien dependen unas instalaciones en las que se forman las grandes esperanzas del deporte gallego y del que han salido 11 medallas olímpicas desde Sydney 2000. Sin embargo vencer al coronavirus se convertiría en su medalla más celebrada.
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