Este domingo de Ramos está dejando imágenes singulares. Si a primeras horas, se celebraba una simbólica bendición de un lienzo frente al convento de San Francisco, al mediodía la parroquia de Santa María la Mayor desarrollaba otro original acto para celebrar el inicio de la Semana Santa pontevedresa marcada por la cuarentena derivada de la expansión del COVID-19.
De esta forma, a las 12.00 horas, tras un breve acto religioso en el interior de la basílica con la presencia de devotos que guardaron los protocolos de seguridad establecidos, sonaban las campanas de la basílica, el párroco rezaba el Ángelus y, a continuación, se efectuaba un original acto de bendición de ramos y olivos. El sacerdote se subía a lo alto de la torre del campanario.
Desde esa atalaya, con la perspectiva de la práctica totalidad de la parroquia y su entorno, el representante eclesiástico procedía a la bendición haciendo frente al viento y a la lluvia. Desde la parroquia, durante los días precedentes, habían pedido a los escolares y jóvenes que colocaran ramilletes de palma o de olivo en las ventanas y balcones, siguiendo las recomendaciones de Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela.
También desde la parroquia de Santa María han emprendido una campaña para colgar en redes sociales fotos y vídeos de este evento para conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén, según la tradición cristiana.