Una salida con el perro por la zona de Campolongo este viernes pudo acabar en desgracia. Le ocurrió a Cristina Zatarain quien, como de costumbre, sacó a su mascota a la calle para hacer sus necesidades por el entorno de este céntrico parque.
"Me cayó una piedra delante de los pies. Me quedé bloqueada pero cuando reaccioné llamé a la Policía para contar lo que me había pasado", relata la afectada el momento en el que le arrojaron una piedra desde la ventana de un edificio de este barrio.
Asegura Zatarain que no es la primera vez que la increpan desde este inmueble por salir a pasear a su perro. No solo a ella, también fue testigo de llamadas de atención desde las ventanas a los propietarios de estos animales por pasar por allí, dejar que jueguen con otros perros o por conversar con los vecinos.
"Me ha parecido muy grave, no me esperaba que hubiera gente así. No es por esta situación hay gente que es así y lo ha sido siempre", compartió la pontevedresa.
Después del suceso, Zatarain alertó a la Policía Local para poner en conocimiento de las autoridades lo ocurrido. Sin embargo, la afectada pide a todo el vecindario que haga lo mismo para conseguir entre todos que cesen este tipo de actitudes.
"Si me llegan a dar me podrían haber matado y si le dan a mi perro no le llega Campolongo para salir corriendo", sostiene en un vídeo compartido en redes en el que muestra una piedra de un tamaño suficiente como para herir de gravedad a una persona.
"Muchas mañanas me encuentro con una vecina que está echando la bronca a personas que pasan con los perros o que se paran a hablar. No vi que fuera esa señora, pero sí que fue desde ese edificio. Pido a los vecinos que estén atentos y tengan cuidado y les pido que denuncien", demanda la víctima a la que algunos residentes del inmueble le confesaron que en los últimos días se encontraron con las piedras del jardín fuera de su sitio e incluso en el interior del portal.
No se trata de un hecho aislado. Muchas personas, padres con hijos con discpacidad intelectual o dueños de animales que deben sacar a la calle, están denunciando múltiples casos de personas que desde sus balcones los increpan e incluso tratan de agredirlos verbal y físicamente.
Estas actitudes ya motivaron la intervención de las autoridades y del propio Gobierno, para recordar a la población que debe ser la Policía la encargada de velar por el cumplimiento de las normas.