Vivir el confinamiento en un lugar en el que ya estás confinado no resulta ni siquiera sencillo de comprender desde la libertad que da el propio hogar. Los internos del centro penitenciario de A Lama han visto alterado su día a día desde la activación del estado de alarma en términos similares a los que están viviendo las personas en libertad y, como el resto de la sociedad, sienten estos días el torrente de emociones que mezclan miedo al coronavirus, agobio por el cambio de rutinas y agradecimiento infinito al personal sanitario que se ha convertido en primera línea de defensa contra la pandemia, por lo que no resulta extraño que tras los muros de la prisión también hayan aflorado iniciativas para aplaudir el trabajo de estos profesionales en los que están depositadas todas las esperanzadas contra los contagios.
En A Lama no hay aplausos, pero se siente el homenaje con la misma intensidad cuando empiezan a escucharse dos canciones. Los internos interpretan una readaptación de la famosa letra de Xuntos, de Juan Pardo, y una versión propia de uno de los himnos del confinamiento, Resistiré, del Dúo Dinámico, para dar las gracias por su atención y dedicación a esos sanitarios que les atienden día a día.
La iniciativa, tan cargada de emotividad como los aplausos que cada día a las ocho surgen de ventanas y balcones, se ha vivido en la enfermería del centro los dos últimos fines de semana. Ha surgido de los 40 internos del Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales (PAIEM), que aprovecharon su visita habitual al Módulo de Enfermería para recoger su medicación para cantar a los trabajadores sanitarios que prestan servicio en el mismo.
Estos internos acuden a un taller de musicoterapia y, aprovechando sus conocimientos, reescribieron la famosa letra del Dúo Dinámico para adaptarla a sus propias circunstancias de encontrase entre rejas y sufrir una enfermedad mental, que les convierte en un colectivo muy vulnerable. En la letra deslizan, además, sus propios temores, pues todavía no se ha confirmado ningún caso ni entre los funcionarios ni en la población reclusa de este centro, pero el riesgo de que se registre coronavirus está ahí.
"Cuando se me cierren las salidas. Cuando me ataque la soledad. Cuando necesite medicinas. O cuando tenga alguna enfermedad. Cuando me dé un ataque de nervios. Cuando no pueda con la ansiedad. Si algún día nos entra este virus, siempre estáis ahí para ayudar. Resistiréis, doblando vuestras guardias. Arriesgaréis las vidas. Y jamás os rendiréis", cantan los internos, según la letra que han trasladado a PontevedraViva fuentes penitenciarias.
Hace ya muchos años que en el centro penitenciario se ha establecido el protocolo de que durante la semana el personal sanitario acude tres veces al día al módulo del PAIEM para entregarles su medicación, pero, durante el fin de semana, son los propios internos los que acuden a la Enfermería. Durante el estado de alarma han cambiado muchas cuestiones del funcionamiento diario del penal, pero no esta, de modo que ese es el momento que aprovechan para cantar a quiénes les atienden.
La letra de homenaje asume que existe ese riesgo de contagio, pero tiene toda la confianza puesta en el personal sanitario: "Y aunque se sepa que podéis caer, enfermos resistiréis, resistiréis. Resistiréis, doblando vuestras guardias. Arriesgaréis las vidas. Y jamás os rendiréis. Y aunque se sepa que podéis caer, enfermos resistiréis".
Este himno de tan particular confinamiento lleva escuchándose los dos últimos fines de semana, los dos enteros desde que se activó el confinamiento. Desde que comenzó esta nueva circunstancias, según señalan fuentes penitenciarias consultadas por este periódico, el centro ha estado tranquilo y los internos están teniendo un comportamiento ejemplar, conscientes de que el mundo entero está viviendo una situación excepcional en la que es necesario que toda la población ponga de su parte para frenar el avance del Covid-19.
Su vida diaria se ha visto tan alterada como la del resto de la población, pero adaptada a sus circunstancias. En su caso, se han suspendido los permisos y las comunicaciones en persona con las familias y el funcionamiento del propio centro ha cambiado, con más restricciones de las habituales en cuanto a movimientos, suspensión de las actividades formativas y extramodulares e incluso reagrupación de módulos, todo centrado en la contención y en preparar las instalaciones para un posible contagio.
Los internos son conscientes, como el resto de la sociedad que solo la unión ayudará a frenar la curva de contagios y ese el espíritu que trasladan con la otra canción que dedican a sus sanitarios, una versión libre del éxito de Juan Pardo: "Xuntos pra gaña-la vida. Día día xuntos pra levarnos ben. Xuntos porque así xuntiños teremos máis camiños pra facelo ben. Xuntos máis fortes, máis claro, xuntos máis ben. Xuntos, nós xuntos, xuntos nos fallso tamén".