El videoclip que alarmó a Pontevedra, nominado a los Mestre Mateo

Pontevedra
17 de febrero 2020

La grabación del videoclip de Perfidia, del grupo musical Tanxugueiras, realizado por Diego Muñoz y Diego Santaclara, de la productora marinense Trece Amarillo, incluyó la quema de un coche que obligó a intervenir a la Policía Nacional

Imagen del rodaje de Perfidia, realizado por Trece Amarillo, en el aparcamiento de Mollabao
Imagen del rodaje de Perfidia, realizado por Trece Amarillo, en el aparcamiento de Mollabao /

Domingo 10 de noviembre del 2019, día de Elecciones Generales. Una columna de humo negro saliendo del aparcamiento disuasorio de Mollabao en Pontevedra hace saltar las alarmas en la ciudad. En sentido contrario a la marcha y a toda velocidad, un coche de Policía Nacional se dirige al origen del fuego. Allí descubren un coche volcado, ardiendo y con una decena de personas alrededor, pero la alerta desaparece. Era la grabación de un videoclip del grupo de música tradicional Tanxugueiras que los chicos de la productora Trece Amarillo, Diego Muñoz y Diego Santaclara, habían pactado con el Concello, la Policía Local y Protección Civil.

Tres meses después de aquel suceso que provocó numerosas llamadas al servicio de Emergencias, la Academia do Audiovisual Galego seleccionó esta obra, titulada Perfidia, para participar en la próxima edición de los Mestre Mateo en la que competirá con otras tres creaciones por el galardón a mejor videoclip. "Nosotros somos dos chavales de Marín que solo llevamos año y medio haciendo vídeos. Y es la primera vez que nos presentamos" declara Muñoz que todavía no acaba de creerse la nominación. Tampoco quieren hacerse demasiadas ilusiones con ganar. "Hay mucho nivel", reconoce. Pero también son conscientes de sus puntos fuertes. "Visualmente es muy llamativo y se trata de un grupo de mujeres rompiendo cosas", enfatizan ambos la carga simbólica y feminista de la cinta.

Con un presupuesto que no alcanza los 2.000 euros y alrededor de un mes de trabajo, Trece Amarillo competirá con gigantes como Warner o grupos tan consagrados como Heredeiros da Crus por la estatuilla.

Sin duda, el aspecto más ambicioso y complicado del videoclip y sobre el que gira todo el argumento es la quema del coche. "Querían hacer un videoclip en el que salieran las Tanxugueiras rompiendo cosas", esa era la premisa inicial que le trasladaron a la productora. Y después de una primera reunión y una tormenta de ideas: "¿Y por qué no quemamos un coche?". Sonaba a locura, pero la imagen convenció a todo el equipo.

"Fuimos a un desguace y el dueño flipaba, pero en realidad no es algo tan raro porque para rodajes se suele acudir a estos sitios", puntualizan los de Trece Amarillo, que agradecen la colaboración del propietario, quien se ocupó no solo de conseguirles un vehículo, también de tramitar todos los permisos para incendiarlo. 

Con el coche asegurado, ahora solo faltaba conseguir un lugar. Y los dos Diegos volvieron a pensar a lo grande. Después de contactar con la Film Commission y el Concello de Pontevedra, consiguieron un principio de acuerdo para cerrar el puente de las Corrientes de madrugada y hacer arder allí el turismo. "Unos días antes de la grabación nos llamaron de la Policía Local para decirnos que, al estar cortada la calle Domingo Fontán, el puente era la única vía de salida de la ciuda y que no podían cortarlo", relata Muñoz cómo se cayó el plan principal.

A contrarreloj se pusieron a buscar una ubicación alternativa. Preguntaron en Marín y en Barro con el objetivo de realizar la grabación en la vía público. Pero la tramitación iba a alargarse demasiado y el tiempo se les echaba encima. Aprovechando la buena predisposición del Concello de Pontevedra, a los marinenses se les ocurrió el aparcamiento disuasorio de Mollabao. Preguntaron a los responsables y en cuestión de horas, reservaron el espacio para la mañana del día de las elecciones.

Lo que sucedió después ya es conocido, una falsa alarma por el incendio de un vehículo que puede acabar en uno de esos largos discursos cargado de agradecimientos. No en la gala de los Grammy, pero sí en la de los Mestre Mateo. Quién sabe.