La mujer agredida por su marido en un hotel de Vigo sufre estrés postraumático y lesiones "de gran intensidad"
Por Natalia Puga
La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dejado visto para sentencia el juicio contra el empresario de portugués Carlos Inácio Pinto, acusado de presuntamente intentar asesinar a su esposa en un hotel de Vigo golpeándola reiteradamente con una maza e intentando asfixiarla. Tras dos días de vista oral, el segundo juicio contra este millonario del país vecino ha terminado este jueves con el testimonio de los forenses del caso, que ratificaron sus informes, como ya habían hecho en marzo de 2019.
Los forenses ratificaron que la víctima sufre un cuadro de estrés postraumático compatible con los hechos que se atribuyen a su marido y que en el relato de los hechos que ella hace "no se percibe" fabulación, sino que es compatible con "haber sufrido una experiencia donde vea peligrar su integridad física".
Varios grupos de especialistas declararon en la sala de vistas y señalaron también que la mujer sufrió dos lesiones en la cabeza, una en la muñeca, otra en la rodilla, una en el tobillo y más en el cuello, además de hematomas. Las lesiones en la cabeza "no son todas lineales", pero sí compatibles con haberse hecho con el mismo "objeto romo". Se trata de "lesiones de gran intensidad" resultado de "un impacto muy grande" y también se apreciaba en ella una lesión compatible con un intento de estrangulamiento.
El juicio quedó visto para sentencia después de que el fiscal elevase a definitivas sus conclusiones provisionales, según las cuales considera que el acusado es autor de un delito de asesinato en grado de tentativa y debe ser condenado a 12 años de prisión, diez años más de orden de alejamiento y 15.000 euros de indemnización.
En la anterior ocasión en la que se juzgó este caso, el juicio acabó en una condena de once años y cuatro meses de prisión como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa. Ahora que el caso ha regresado a la misma sala de la Audiencia por orden del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) el fiscal mantiene la misma acusación, si bien la acusación particular eleva la petición de condena y reclama una indemnización mayor, pues la víctima lleva varios meses más de tratamiento psicológico.
Por su parte, la defensa pide la absolución del acusado o, de forma alternativa, reconoce que, en caso de que sea condenado, se le atribuya un delito de lesiones, no de intento de asesinato.
El tribunal que juzga los hechos es diferente al de hace diez meses, pero el resto del juicio se está repitiendo. Este jueves, en la segunda sesión de la vista oral, los policías que investigaron los hechos reiteraron sus conclusiones de investigación que acabaron con Carlos Inácio Pinto en prisión. Además, uno de ellos señaló que el acusado reconoció, tras las agresión y antes de ser trasladado a un hospital por una patología cardíaca, que había comprado una maza el día anterior en una ferretería. La maza fue el arma con la que se realizaron las lesiones.
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