El Partido Popular solicitará al gobierno municipal que les enseñe las cifras económicas que envió al Ministerio de Hacienda para la liquidación del presupuesto de 2012 "y no las cocinadas por Raimundo González". Es la respuesta de los populares al baile de cifras que dan ambas administraciones. Frente al superávit de 200.000 euros que anunció el Concello en su día, el Gobierno central asegura que el déficit fue de 400.000 euros.
Lo hará en el próximo pleno municipal, en donde pedirán explicaciones ante el desfase de 600.000 euros entre una cifra y otra. Según el portavoz popular, Jacobo Moreira, Hacienda señala que en 2012 Pontevedra tuvo unos ingresos de 67,7 millones de euros y unos gastos de 68,1 millones, convirtiéndose "en la única urbe de Galicia que cerró 2012 con déficit", a pesar de que desde el gobierno municipal "presumen de salud financiera".
El resultado resulta aún más llamativo, dice Moreira, "si tomamos referencia el incremento de la recaudación de un 8% anunciado en su día por el BNG", lo que según el Partido Popular demuestra que el gobierno municipal "no sólo no consiguió reducir el gasto, sino que lo ha incrementado considerablemente, lo contrario a lo que están haciendo otras administraciones y todas las familias españolas".
"Aquí la austeridad sólo sirve para rechazar proyectos y peticiones vecinales, porque la realidad es que los gastos crecen, y mucho", insistió el portavoz del PP, que apuntó que en el presupuesto municipal de 2012 estaba previsto que el apartado de gastos se quedara en una cifra algo superior a los 63 millones de euros, cinco millones menos de la que se dio realmente, lo que les lleva a pesar que el anunciado plan de austeridad "nunca llegó a aplicarse".
El portavoz popular se refirió también al Plan Económico Financeiro "que el Gobierno del Estado tuvo que aplicar en Pontevedra por su desequilibrio presupuestario y que agora tiene prorrogado, lo que implica que seguimos tutelados por la Xunta de Galicia". Y recordó lo que ellos entienden como "incesante presión fiscal" sobre los ciudadanos, al incrementar el IBI un 13%, las tasas en un 3% y las "multas y más multas".