Ha vuelto a ocurrir. Por segundo día consecutivo la marea ha engullido otro coche estacionado en la rampa del muelle de Corbaceiras e incluso alcanzó a otros vehículos aparcados en una zona más alta del puerto, aunque a estos últimos no les generó ningún daño.
Según la versión de testigos y vecinos de la zona, los dueños del turismo más afectado, el nivel del agua llegó a cubrir casi por completo la parte trasera del turismo y superó la rueda delantera. Son dos turistas manchegos que aparcaron en la zona media de la rampa por recomendación de un gorrilla y haciendo caso omiso de las señales verticales y horizontales que indican la prohibición de estacionar en esta zona.
Fueron los propios afectados los que se encontraron con la desagradable sorpresa al regresar a recoger su vehículo. Tras alertar a las autoridades, llegó una grúa que se encargó de remolcar el vehículo fuera del agua y trasladarlo a un taller mecánico puesto que el sistema eléctrico del Volkswagen dejó de funcionar.
"El limpiaparabrisas, las luces y el claxon empezaron a funcionar solos", detalló una testigo, aunque según la opinión de un mecánico que pasaba por el lugar, parece ser que el agua no alcanzó el motor.
Aunque fue el que se llevó la peor parte, el coche de estos dos turistas no fue el único afectado. En la zona alta de la rampa que da acceso al embarcadero se encontraban varios vehículos estacionados a los que el agua les llegó hasta las llantas.
Pontevedra está estos días bajo los efectos de las mareas vivas que hacen que el nivel del mar ascienda, según Meteogalicia, hasta los cuatro metros con respecto a los niveles de la bajamar. Un fenómeno que no es excepcional pero que cada vez que ocurre sorprende a los conductores que a diario dejan sus vehículos en una zona prohibida, en la que la Policía Local no acostumbra a imponer sanciones, pero cada cierto tiempo es la naturaleza la que impone su ley.
Las mareas vivas continuarán este miércoles y a partir del jueves los niveles de la pleamar irán decayendo hasta volver a la normalidad.