Acuerdo en el juicio contra integrantes de los Morones con condena de un año de prisión para Sinaí Giménez
Por Cristina Saiz & Anxo Lourido
Entre fuertes medidas de seguridad que principalmente se centraron en dificultar el acceso de los periodistas a los juzgados de A Parda, se desarrollaba este miércoles la vista oral en el Penal 1 de Pontevedra contra seis integrantes del clan de 'Los Morones'.
Sinaí Giménez, el conocido como "rey de los gitanos"; su prima Déborah Jiménez, y los hermanos Consuelo Giménez, Saúl Giménez, Marino y Juan Paulo Giménez, que se encuentra desaparecido de la justicia, se enfrentaban a la petición de la Fiscalía de penas de entre un año y medio a seis años y medio de prisión.
Finalmente durante la sesión se alcanzaba un acuerdo entre los cuatro abogados de las defensas, la fiscal y los abogados de la acusación de forma que se llegó a conformidad determinando que Marino quedaba absuelto al no encontrarse relación con los hechos; Déborah Jiménez y Consuelo Giménez aceptaron un año de prisión por obstrucción a la justicia y multas de seis meses a ocho euros diarios, tras una rebaja de cinco años y medio de pena respecto a la petición inicial de la Fiscalía. Saúl Giménez también aceptaba una pena por delito de atentado de seis meses de prisión.
Por su parte, Sinaí Giménez que declaró en el juicio a través de vídeoconferencia al encontrarse cumpliendo pena en el Centro Penitenciario de Villabona, en Asturias, por otros incidentes en el mercadillo de Redondela, aceptó una pena de un año de cárcel por atentado y lesiones, que suponía una rebaja de tres y medio respecto a la petición inicial.
Sinaí Giménez confirmaba a través de la conexión que estaba de acuerdo con la pena y que pedía disculpas por lo ocurrido el día de los hechos. "Estoy arrepentido" afirmó, además de pedir expresamente perdón a los afectados. Aseguró que pagaría las indemnizaciones lo más pronto posible y recordó a la jueza que cuando se produjeron los hechos carecía de antecedentes penales.
Marcos García Montes, abogado de Consuelo Giménez, indicaba a la salida que la Fiscalía no se opone a la suspensión de condena de Déborah y de Sául. En cuanto a Sinaí y Consuelo indicaba que al tratarse de hechos previos a la reforma del Código Penal de 2015 solicitarán la sustitución de la pena de prisión por multa y por esta causa ninguno de los condenados en la vista de este miércoles entrará en prisión.
Queda pendiente la situación del prófugo Juan Paulo hasta que sea encontrado por la justicia. Indicaba también que ambas partes cedieron en sus pretensiones para alcanzar el acuerdo debido a que, además, las pruebas no estaban "muy claras".
Por su parte, Javier Picallo, abogado de Marino Giménez se mostraba satisfecho con la absolución de su defendido. "No había prueba de cargo suficiente", indicó señalando que se le culpaba de unos empujones a guardias civiles pero que en el juzgado de instrucción los agentes ya ponían en duda si era Marino u otro hermano el autor de las agresiones. Entiende que la Fiscalía y la acusación particular retiraron los cargos porque consideran que se produjo una confusión en la identificación.
Marino accedió a los juzgados sin identficiación previa, al indicar a los agentes policiales que se había dejado el DNI en su coche, y amenazó verbalmente en dos ocasiones a uno de los fotógrafos que se encontraba a las puertas del edificio judicial.