Malestar por las formas del Concello con el mercado de antigüedades: "Non houbo ningunha conversa previa nin nada, foi a saco"
Por Natalia Puga
La decisión del Concello de Pontevedra de prohibir el mercado de antigüedades que se celebra desde el año 1997 primero en la plaza de la Verdura y después en la calle Sierra para poner en marcha una regulación causó malestar entre los vendedores por lo que supone y, sobre todo, por la forma en que se aplicó, pues aseguran que nadie les comunicó previamente ninguna decisión y se enteraron este domingo cuando la Policía Local llegó al lugar y les entregó la notificación de que a partir del próximo domingo 1 de septiembre ya no podrían volver a celebrarlo. Pese a que inicialmente la decisión era prohibir toda actividad, finalmente, algunos ´sí poderán hacerlo, aquellos que tengan autorización municipal previa.
Micki, uno de esos vendedores, valora que es algo que está "mal hecho", pues "es una putada para todos, pero, además, ni nos preguntaron". Su crítica céntrasena "forma" en que se hizo y también en la decisión en sí, pues" hay gente que vive de esto" y no tuvo ni tiempo para organizarse.
En su caso, se dedica a reciclar y vender cosas porque le gusta y "ilusiona" todo lo que supone de "relacionarse con gente, hacer amigos, compartir", más como un "hobbie" que cómo medio de vida, pero sí conoce muchos casos de gente para la que esta actividad de venta ambulante es su fuente de ingresos principal.
Ante esta situación, cree que "esto no se hace así" y que se trata de un tipo de mercado que se celebra en toda Europa, que en Pontevedra es ya una tradición y no se puede ahora prohibir de repente porque "a alguien se le enciende una bombilla".
En medio de ese clima de malestar, la concejala de Promoción Económica, la socialista Yoya Blanco, mantuvo en la mañana de este lunes un encuentro con tres portavoces del colectivo de vendedores del mercadillo de antigüedades en el que les informó sobre los pasos que se van a dar para regularizar su actividad. La edil les explicó que el proceso ya está en marcha y que finalmente habrá una etapa de transición, en la que únicamente permitirá seguir instalando sus puestos en el entorno de la calle Serra los vendedores que cuentan con el tarjeta de autorización municipal sellada por Centro Comercial Urbano Zona Monumental.
Tras la reunión, uno de esos portavoces, Alberto Martínez, rehusó hacer una valoración a PontevedraViva, pues está previsto que este martes haya una reunión de todos los vendedores en la que les informarán del encuentro con la concejala y adoptará una postura conjunta como colectivo sobre cómo van a encarar esta nueva etapa.
En cuanto al malestar, es generalizado y este domingo pudo comprobarlo Paco, responsable del bar Torres de César Boente, al que van cada domingo los vendedores que montan el mercado. Según explica, llegó la Policía Local y les entregó la información indicando que la Concejalía de Promoción Económica prohibía el mercado, "sen dar máis explicacións", tan sólo alegando que dificulta el acceso al mercado de personas con discapacidad que acuden al nuevo Gastroespazo O Mercado.
"Non sei onde está o problema cando o acceso para discapacitados está no lateral", valora este hosteleiro, que critica que a los vendedores ni le dieron explicación de si se iban a ubicar en otro lugar ni los motivos. "Non houbo ningunha conversa previa nin nada, foi a saco", añade.
También cree que es una decisión equivocada Luisa, responsable de un pequeño comercio situado en la calle César Boente que abre cada domingo. Asegura que le de la la vida y que "de luns a luns, o mellor día da semana para min é o mercadillo". Según explica,"hai domingos que abro e, como tendeira, é o mellor día da semana", lque implica "cando peche, eu xa non volverei abrir máis os domingos. Para quen abro? Non hai xente ningunha".
En su opinión, debería promoverse esta actividad, pues "fainos falta que veña xente para aquí". Así, indica que se cada vez hay más tiendas cerradas y sacan el mercadillo, "aquí non hai nada".
Frente a estas críticas, este lunes la Asociación de Ambulantes de Galicia, a través de su presidenta en funciones, Marga González Bértola, considera que es una decisión "excelente" prohibirlo hasta su reubicación y regularización.
Esa es, precisamente, una de las luchas del colectivo que representa, y que tiene como lema 'Ambulantes iguales, todos legales'. En su opinión, el mercado de antigüedades era una "competencia desleal" no solo para los ambulantes, sino para todo el comercio de Pontevedra y de la comarca.
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