Los problemas con el saneamiento de la zona norte de la Ría de Pontevedra tendrán por fin una solución tras años de discrepancias entre administraciones que la teniente de alcalde de Poio, Chelo Besada, define como una "verdadera tortura". Un acuerdo a tres bandas entre los concellos de Poio y Sanxenxo y la sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) ha permitido desbloquearlo con un proyecto que se prevé que esté terminado en 2023.
La solución llegará a través de la ampliación y mejora de la actual estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Paxariñas, en Sanxenxo, pero también de obras de mejora del emisario de Montalvo y de mejoras en la red de saneamiento de ambos municipios.
La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba; la directora general de Acuaes, Rosa Cobo; el director técnico de Acuaes, Jerónimo Moreno; el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín; y el alcalde y la teniente de alcalde de Poio, Luciano Sobral y Chelo Besada, presentaron este miércoles en la Subdelegación del Gobierno los primeros detalles de este proyecto que permitirá mejorar la depuración de Sanxenxo y Poio.
El proyecto supondrá una inversión de 24 millones de euros en dos fases y ya ha empezado a dar sus primeros pasos. Una vez que Acuaes y los ayuntamientos llegaron a un acuerdo para desbloquear este problema que llevaba años enquistado, el siguiente avance llegará el próximo 23 de julio.
El Consejo de Administración de Acuaes, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, licitará el estudio de alternativas y la redacción técnica del proyecto, que estarán acompañados de la declaración de impacto ambiental. Rosa Covo calcula que en un año estarán terminados todos esos documentos y que a partir de ahí se puedan licitar las obras. A finales de 2021 podrán estar ya en obras y a finales de 2023 las actuaciones estarán terminadas.
La directora de Acuaes destacó que este proyecto permitirá mejorar la calidad de las aguas de la Ría de Pontevedra y dar finalmente saneamiento a Raxó y Samieira, en Poio. Además, dará cumplimiento a las exigencias de la Unión Europea en materia de vertidos y depuración y permitirá que los vertidos que llegan a la Ría de Pontevedra garanticen dos de sus actividades centrales: el marisqueo y el baño en las playas del entorno.
La actuación se desarrollará en dos fases. La primera supondrá una inversión de 17 millones de euros al 50% entre fondos europeos y Acuaes y supondrá ampliar la EDAR de Paxariñas, acometer el tanque de tormentas y el bombeo de Raxó y acondicionar los colectores y bombeos de la línea de costa de Sanxenxo. La segunda fase, de 7 millones de euros, completará los tanques de tormentas y mejorará los alivios.
La EDAR de Paxariñas, que actualmente tiene una capacidad de depuración de 10.800 metros cúbicos por día y para atender a 50.000 habitantes equivalentes, se encuentra al límite de su capacidad en verano, pero esta obra permitirá garantizar que no solo dé servicio a Sanxenxo con holgura sino también que permita el saneamiento para los vecinos de Raxó y Samieira. Su capacidad pasará a 20.000 metros cúbicos día y 80.000 habitantes.
Este proyecto de saneamiento se ha desbloqueado después de que el proyecto de presupuestos generales del Estado de 2018 declarase la actuación de Interés General del Estado,de modo que Maica Larriba ha sacado pecho sobre el hecho de que en menos de un año el actual Gobierno socialista ha logrado solución para un conflicto de años.
En términos similares se expresaron los representantes municipales de Poio y Sanxenxo. Telmo Martín señaló que cuando el gobierno socialista lo declaró de Interés General "nos vino Dios a ver" y Chelo Besada cuestionó la actuación hasta ahora de la Xunta de Galicia, administración de la que dependió hasta 2018 el proyecto. Nito Sobral animó a "mirar para o futuro", un futuro que viene marcado por la colaboración entre tres administraciones de distinto signo político.
Ahora aún quedan por definir varios detalles como la manera en la que se afrontará el pago de los gastos de explotación de manera compartido entre los dos ayuntamientos o como se va a financiar la aportación de cada uno de estos municipios para las obras -a un plazo de 25 años-. Se definirá todo antes del inicio de las obras, cuando se firmará un convenio específico, según adelantó Jerónimo Moreno.