"Ir en taxi al Vao se está convirtiendo en una aventura. Compro las dosis para todo el mes"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
El 31 de mayo de 2017 Juan Jesús S.S. fue detenido por la Policía Nacional en el poblado de O Vao de Abaixo con 13 bolsas con droga -heroína y cocaína- y, según uno de los agentes que le arrestó, reconoció que iba a venderlas. Este martes, ante un tribunal, negó tal circunstancia, reconociendo que llevaba encima esa sustancia ilegal para consumo propio. No era la dosis del día, sino para todo el mes.
Juan Jesús S.S. se sentó en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra acusado de un delito contra la salud pública por el que la Fiscalía pide que sea condenado a cuatro años y seis meses de cárcel y justificó que llevaba sustancia para todo el mes por la peligrosidad de acudir a diario a O Vao.
"Ir en taxi al Vao se está convirtiendo en una aventura. Suelo ir una vez y comprar las dosis para todo el mes. Normalmente 150 euros", explicó. De ahí que ese día llevase encima 13 dosis, a diez euros cada una, y 30 euros en efectivo. Aunque su intención es que esos 150 euros duren para todo el mes, "de 15 días, no paso".
Según declaró, no pensaba venderlo a nadie, sino tomarlo él mismo "porque soy consumidor". Lo es desde los 15 años, con un paréntesis de otros 15 en los que se casó y trabajaba embarcado. En la actualidad sigue consumiendo, pero ya no a diario, sino solo "de vez en cuando".
De todas formas, para acreditar que sigue enganchado a las drogas explicó que la última vez que consumió fue el pasado domingo y que compra siempre que puede, pero "depende del dinero que tengo", pues vive de una pensión de 900 euros que recibe por una invalidez laboral con la que también ayuda a su madre. Cuando puede permitírselo, suele consumir una dosis de cocaína y otra de heroína.
Un agente de la Policía Nacional ratificó que aquel día, cuando le abordaron en el poblado chabolista, reconoció que pensaba vender la droga que llevaba encima porque "tenía problemas de dinero y a veces se dedicaba a la venta de estupefacientes". Sin embargo, él quiso insistir en que no. "No soy idiota como para decirle eso", concluyó.
El juicio ha quedado visto para sentencia.