Reducen a seis años de prisión la petición para un hombre de 81 años, acusado de abusar sexualmente de una menor
Por Mónica Patxot & Anxo Lourido
A través de vídeoconferencia, una adolescente madrileña relataba este jueves ante el tribunal de la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra cómo en agosto de 2017, cuando tenía 13 años y pasaba sus vacaciones en O Rosal, era agredida sexualmente en dos ocasiones por el acusado Manuel S., que ahora cuenta con 81 años de edad y que era cliente habitual del local donde se registraban los hechos.
Según el relato que hizo la menor, el domingo 27 estaba en la zona de juegos de un restaurante y el hombre se le acercó ante su hermana de 10 años que a pocos metros saltaba en una cama elástica. El acusado le cogió la mano derecha y se la pasó por la zona genital, por encima de los pantalones, mientras le hacía preguntas sobre su procedencia. La menor declaró que por vergüenza solo le contó a su madre de este episodio que el hombre le había hecho preguntas. A tenor de esta situación, la madre le preguntó a una amiga sobre el ahora procesado. Ésta le indicó que era un hombre que pasaba las tardes en ese restaurante pero que era "inofensivo".
Dos días más tarde. según explicó la menor, en la misma terraza del restaurante, el hombre volvió a dirigirse a ella y le pidió ayuda para bajar por las escaleras hacia la zona infantil. Ella accedió y él le agarró la mano. Una vez en el espacio infantil, en donde no había nadie, el acusado le puso contra la pared, le agarró el culo con las dos manos intentando besarla y después llevó una de sus manos hacia los genitales de la niña, momento en que ella dijo "disculpe" y se escapó de la zona. Minutos después, le pidió a su hermana que avisara a su madre, que se encontraba en la terraza con un amigo de la familia, porque tenía que contarle lo que le había pasado.
La madre le preguntó si el hombre que le había atacado era el que, en esos momentos, se encontraba en la puerta del restaurante. La niña lo confirmó. Acto seguido, la mujer se encaró con el presunto agresor, según ella misma confesó ante el tribunal, diciéndole que no podía acosar a menores a lo que el hombre solo respondía. "vale, vale. Tranquila". A continuación, la madre llamó a la Guardia Civil de A Guardia, que desplazó una patrulla al establecimiento. En el momento en que los agentes estaban obteniendo datos del suceso, la esposa del acusado llegaba en coche al local con la intención de trasladar al hombre a su domicilio, momento en que fue identificado por la patrulla.
EL ACUSADO NIEGA HABER MANTENIDO CONTACTO CON LA NIÑA
Por su parte, Manuel S. negó todos los hechos que se le imputan. En su declaración en sala explicó que "jamás" había cogió la mano de la niña, tampoco la había tocado por encima de la ropa ni había intentado besarla. Sí admitió que recordaba haber visto a la niña con la hermana jugando con un patinete en la zona de juegos del restaurante.
El informe de los peritos forenses, tal como ratificaron durante la vista oral, indica que el relato de la niña tras el suceso es "creíble" y afirmaron ante la jueza que "no hay signos de fabulación" ni ofrece un perfil de persona "sugestionable". Por su parte, la defensa también presentó a un psicólogo clínico que trató, tras los hechos, cinco veces a Manuel S. y señaló que el acusado tiene pleno uso de sus facultades y que le parecía "improbable el abuso con quebrantamiento" del que se le acusaba.
En las conclusiones, la fiscal del caso rebajó la petición de penas de 8 a 6 años al entender que el acusado había incurrido en un delito continuado de abuso sexual. Por su parte, la acusación particular mantiene la petición de 4 años por cada uno de los dos delitos de abuso sexual y una indemnización de 3.500 euros por los daños morales causados. La abogada de la defensa del imputado pide la libre absolución al entender que, salvo la declaración de la menor, no existe prueba de cargo contundente. En cuanto a esa declaración de la joven, la letrada considera que le falta verosimilitud y contundencia.
El juicio quedaba visto para sentencia después de que el acusado manifestara en la sala ante la presencia de varios de sus familiares que "nunca estuve con ellas. ¿Cómo puede decir que la cogí con la mano y se la restregaba? Eso es mentira total".