Dos acusados de robar en 20 viviendas en 2016 aceptan casi 10 años de prisión
Por Mónica Patxot & Anxo Lourido
Entre julio y septiembre de 2016 se registró una oleada de robos e furtos en diversas vivendas de Galicia: dos en Meis, dos en Cotobade, cuatro en Ponteareas, tres en Salvaterra do Miño, dos en Fene, además de en Begonte, Chantada, Culleredo, A Cañiza y Mondariz. Este martes, la sala cuarta de la Audiencia Provincial acogía el juicio en el que estaba previsto que siete personas acusadas se sentaran en el banquillo como integrantes del grupo organizado que realizaba estos robos, allanamientos de morada y hurtos. Un caso que procedía del Juzgado número 2 de Ponteareas. Finalmente, la Fiscalía retiraba los cargos a cuatro de ellas, quedando como acusados Yolanda Gómez, Pedro Romero y José Calvar.
Los tres procesados aceptaron los cargos que se les imputaban. En el caso de Yolanda Gómez Gabarris, vecina del poblado de O Vao en Poio, fue condenada como autora responsable de un delito continuado de hurto a la pena de un año de prisión; 15 meses por otro delito continuado de allanamiento de morada; 11 meses de cárcel por el delito de robo; 30 días de multa por un delito de lesiones y 1 año y nueve meses de prisión por otro delito de robo. La jueza le aplica la atenuante de dilación indebida y la agravante de reincidencia.
En el caso de Pedro Romero, vecino de Ferrol, también se contempla la misma atenuante y la misma agravante y se le aplican 12 meses de ingreso en prisión por delito continuado de hurto, 15 meses por delito continuado de allanamiento de morada, 11 meses de cárcel por robo y un año 9 meses por otro robo.
En total, cada uno de ellos afronta una pena de 59 meses de prisión (casi 5 años), además de asumir las indemnizaciones y las costas procesales.
Por último, José Calvar fue condenado a 12 meses de prisión por hurto continuado y 15 meses de allanamiento de morada. En este caso, teniendo en cuenta la avanzada edad del procesado, el Tribunal aceptó la petición de suspensión de ingreso en un centro penitenciario si durante un período de cuatro años no comete un delito.
MODUS OPERANDI
Los procesados mantenían una fórmula similar en cada una de sus acciones. Mientras uno de ellos realizaba funciones de vigilancia y preparaba la huida, alguno de los acusados accedía al interior de las viviendas llevándose botines de hasta 4.000 euros, además de joyas y otros elementos como cartillas bancarias, relojes o llaves.
En algunos casos, accedían a la vivienda aprovechando un descuido o, como en el caso de Mondariz, solicitando a la persona que se encontraba en el domicilio utilizar el baño para, una vez dentro, empujarla. También en uno de los allanamientos de morada en Ponteareas, aprovecharon que la residente se encontraba durmiendo la siesta para acceder a la vivienda. En este caso, la persona que tenía intención de practicar el hurto fue sorprendida y empujó a la víctima causándole inflamación y erosión en hemiespalda derecha y eritema en el tarso del pie izquierdo.