Lola Ramos, 57 años, 36 trabajando y toda la vida luchando por los derechos de la plantilla de Clesa
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Trabajadora de la factoría de Clesa en Caldas de Reis desde junio de 1983. Afiliada a UGT desde finales de la década de los 80. Una de las cabezas visibles de la lucha de todo personal para defender sus puestos de trabajo ante la amenaza de ERE y cierre de 2010 y 2011. Y este año 2019, protagonista de los actos de su sindicato con motivo de la conmemoración de 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer.
Esta vida de lucha, con 36 años de sus 57 de vida trabajando, tiene un nombre propio: Lola Ramos, y desde este martes ponen también nombre a un galardón, la edición 2019 del Premio 8 de Marzo que cada año concede UGT para reconocer a las mujeres que se hayan distinguido por la defensa y reivindicación de la igualdad de derechos de hombres y mujeres, en especial en el campo laboral y desde su labor sindical.
La homenajeada no pudo contener la emoción ni las lágrimas durante el acto de entrega del premio celebrado en la sede local de UGT y se mostró especialmente agredecida por el hecho de que hayan sido sus propios compañeros -la Federación de Industria, Construcción y Campo de UGT- los que propusieron su nombre. "Non son de medallas, as persoas que loitamos de base nos estamos afeitas a isto, estamos afeitas aos paus", explicó visiblemente conmovida.
La emoción la invadió también a la hora de defender las siglas de UGT, a la que asegura que será fiel porque "vivín momentos moi duros e nunca recibín negativas de ningún tipo". Incluso en los momentos más duros de negociación del ERE tuvo asesoría legal las 24 horas del día los siete días de la semana. Aunque se afilió la finales de la década de los 80, tuvo espíritu sindical desde mucho antes, siempre manteniendo y defendiendo las reivindicaciones que le dictaba su conciencia de clase, según destacan desde su sindicato.
Bajo estas siglas tuvo puestos de responsabilidad desde hace años. En la década de los 90 entró a formar parte de la Ejecutiva de la Federación de Alimentación y ostentó las secretarías de Formación y de Asuntos Sociales e Igualdad. Desde UGT destacan que en el año 1997 secundó una huelga indefinida, pero al ser una minoría el personal de su departamento lo que la secundó, le fue muy fácil a la dirección enfocar en ella todas las represalias. De ese momento, "tremendamente doloroso", sacó fuerza y acabó ganado la batalla a la empresa en los juzgados.
En enero del 2008 se convirtió en presidenta del comité de empresa y desde ese puesto lideró la lucha sindical a partir de que en el año 2010 habían empezado los problemas de Clesa, con impagos de salarios, hasta finalizar en un ERE y entrar en concurso de acreedores. En esos años, puso "todo su esfuerzo" con el único fin de salvar los máximos puestos de trabajo posibles, luchando siempre por la parte humana de la empresa, de la que destaca que "la más importante sin ninguna duda y lo seguirá siendo". Logró que Clesa siga trabajando y en manos de exclusivo capital gallego.
En la defensa de esa trabajo sairon este martes integrantes de UGT como el secretario comarcal, Ramón Vidal; y las secretarias de Igualdad de UGT en Pontevedra y Galicia, Encarnación Cochón y Mónica Rodríguez. Esta última, además, destacó que este premio es muy importante porque "permite visibilizar" el trabajo diario de UGT en defensa de la igualdad y que Lola Ramos fue en sus inicios en la vida sindical todo un referente femenino en una época en la que los referentes solían ser hombres.