El Concello de Pontevedra deja abierta la calle Benito Corbal, entre Sagasta y Lepanto, en la jornada de este viernes para garantizar el desfile del Entroido del sábado por la tarde. El primer tramo de esta reforma ya está acabado, excepto el asfaltado, que se hará al final de toda la obra. El alcalde Miguel Anxo Fernández Lores comprobó la situación de la calle en la que se trabajaba retirando el vallado y pendiente de un fresado final en las últimas horas.
La obra se suspenderá hasta después del Entroido, cuando se retome para completar la ampliación de aceras (1,20 metros a ambos lados), la eliminación del estacionamiento en el lateral izquierdo y la creación de aparcamientos de servicio en el derecho desde Lepanto a Cobián Areal. Quedará un carril de circulación que dará servicio a los establecimientos comerciales y también al estacionamiento de Barcelos.
El entronque con la calle Lepanto se hará al final de la obra, esperando a que la Xunta finalice su actuación en el viejo edificio administrativo, y coincidiendo con la propia reforma de la calle Lepanto que también está adjudicada. Esta última actuación no se comenzó por recomendación técnica que desaconsejaba realizar en paralelo las dos obras.
La parte final de los trabajos será el asfaltado de todo el tramo reformado, que se hará una vez que concluya la ampliación de toda la calle.
El alcalde recordó que se trata de una obra demanda por los comerciantes que reclamaban estacionamientos de servicios y más espacios para los peatones, especialmente en esta calle con una densidad de tránsito peatonal muy elevada.
La reforma de Benito Corbal fue adjudicada a la empresa E.C.Casas por valor de 147.587,89 euros.