Un caramelo para las niñas, dos para los niños y una gran lección para plantarle cara a la desigualdad
Por Natalia Puga
Un simple gesto puede convertirse en un gran cambio y, cuanto más joven sea la persona que lo protagoniza, más impacto puede llegar a tener en su vida futura y en la sociedad que le rodea. Para muestra, los resultados de las charlas impartidas por la Guardia Civil en el marco del Plan Director para la convivencia y mejora de la seguridad en los centros educativos y sus entornos, que ya el año pasado en la comarca de O Morrazo lograron que una niña que estaba sufriendo acoso escolar volviese a sonreir y este curso, de nuevo, han vuelto a colegios de toda la provincia.
Esta semana, el agente de la Guardia Civil Francisco Javier Cancelas Costa impartió una de estas actividades a un grupo de niños de 10 y 11 años del colegio Montemogos de Bueu. Se trata, precisamente, del mismo guardia que hace un año fue condecorado con la Medalla al Mérito de Protección Civil en su categoría de bronce con distintivo azul por su actuación como intermediador para solucionar un problema de mobbing escolar que sufría una menor realizando diferentes gestiones con los organismos públicos implicados.
En esta ocasión, este agente adscrito al puesto de la Guardia Civil de Moaña centró su actividad en otra problemática que se vive en los centros educativos: la violencia de género y la desigualdad entre niñas y niños. Durante su charla ante los alumnos de quinto y sexto de primaria del centro les dio herramientas para que logren identificar casos de violencia machista y desigualdad y logren hacerle frente.
Francisco Javier Cancelas trasladó a los alumnos de una forma práctica cómo un pequeño gesto puede esconder el machismo más arraigado y la manera en que son los propios menores los que, desde su situación, pueden plantarle cara y promover un pequeño gran cambio. El único material que necesitó fueron unos caramelos.
Según relató el propio guardia, empezó su actividad planteando a los escolares una serie de preguntas y entregando a cada uno de ellos caramelos. Como parte de su ejercicio formativo, entregó a cada alumno varón dos caramelos y a cada alumna mujer tan sólo uno, esperando que fuesen ellos mismos los que manifestasen su queja por un trato tan desigual, injusto y carente de fundamento. La cultura de la desigualdad y del trato diferencial está tan enraizada en la población desde la infancia que tuvo que hacer ese gesto con cinco niñas hasta que la sexta le plantó cara.
Esa sexta niña fue la que, con su gesto de revelarse ante un trato desigual y machista, logró producir una pequeña revolución en la clase. Una vez que ella se quejó, el resto del alumnado fue consciente de lo que estaba ocurriendo y se unió a la queja, tanto niños como niñas. El agente Cancelas había logrado su objetivo, hacerle ver que el machismo puede estar en el día a día y trasladarle que son ellos mismos los que pueden desencadenar el cambio, pero para hacerlo tienen que enfrentarse a lo establecido.
Durante la actividad, el agente trasladó al alumnado de quinto y sexto de primaria herramientas para detectar las situaciones de desigualdad que se encuentran en el día a día y que tienen en sus manos empezar a cambiar la sociedad desde muy pequeños. "Solo si ellos dicen que no y cambian sus actitudes se pude lograr esta lucha", explicó el agente, que confía en la importancia de las actividades del Plan Director y de otras iniciativas formativas en esta línea, pero cree que noi se logrará cambiar nada hasta que la sociedad asuma una actitud proactiva.
En el transcurso de su charla también explicó a los pequeños en qué consiste la violencia de género y la importtancia de que mujeres y hombres detecten las situaciones de desigualdad más enraizadas y luchen contra ellas. Gracias a las nociones que les trasladó, fueron capaces de detectar que en sus propias familias también se dan muchos comportamientos que frenan ese logro de la igualdad. Una alumna, por ejemplo, compartió con el resto de la clase que su abuela intentaba perpetuar con ella unos roles y estereotipos de género que relegan a la mujer a las tareas domésticas y a la obediencia al varón.
El Plan Director lleva a los colegios de toda la provincia actividades formativas relacionadas con las temáticas más variadas, desde esta de la violencia de género al acoso escolar, las conductas adictivas o los delitos cometidos a través de las nuevas tecnologías a través de charlas impartidas por la Guardia Civil y la Policía Nacional según su ámbito de competencia territorial.
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