El puente del Burgo, cerrado al tráfico después de Navidad para su peatonalización
Por Alejandro Espiño
Tres empresas serán las encargadas de plasmar el nuevo aspecto que tendrá, dentro de apenas un año, el histórico puente del Burgo. Allí, en lo que el Concello entiende que es el "cerne" del origen de la ciudad de Pontevedra, se invertirán dos millones de euros. Será remodelado de manera integral, tendrá una iluminación artística y pasará a ser peatonal.
"Queremos que quede ben", ha destacado el portavoz del gobierno municipal, Raimundo González, no solo por la simbología del puente o por ser una parte "capital" del Camino de Santiago, sino porque entienden que supone integrar el barrio de O Burgo en la ciudad.
La UTE formada por Imesapi y EC Casas ejecutará la obra civil de remodelación del puente. Según acreditan los técnicos municipales, han presentado la mejor oferta de las ocho propuestas recibidas. Ejecutarán estos trabajos por un coste de 1.326.977 euros, casi 400.000 euros menos que el precio fijado en la licitación.
Además, se comprometen a incluir todas las mejoras solicitadas. Así, reformarán el entronque con la calle Santiña -ya en la Avenida da Coruña-, aumentarán el tratamiento vegetal en el lateral de la actual gasolinera y limpiarán la cabecera sur del puente.
La remodelación abarcará tres ámbitos. Así, el tablero central del puente será una plataforma única de losas de piedra para continuar la vía peatonal de once metros de ancho, que ocupará de lado a lado del puente.
En la cabecera sur, el entronque con la plaza Valentín García Escudero, se cambiará el paso de peatones para darle continuidad al trazado peatonal siguiendo la traza histórica del camino; mientras que en la parte norte, en el cruce con Domingo Fontán y Juan Manuel Pintos, se eliminará la rotonda y se creará una gran plaza de más de 4.000 metros cuadrados.
Por su parte, SETGA se encargará de instalar la nueva iluminación del puente. Lo hará por 730.840 euros. También asumen las mejoras que figuraban en los pliegos técnicos, que se corresponde con la sustitución de las farolas de la cabecera norte.
El proyecto de iluminación se ejecutará en tres fases: una superficial rasante, con puntos azules que marcarán el Camino de Santiago; otra rasante embutida en la barandilla que estará dirigida hacia el tablero para que los peatones puedan ver por donde pasan, y una tercera que dará luz a los arcos, por el exterior e interior.
Las obras tienen un plazo de ejecución de doce meses y, según Raimundo González, comenzarán entre finales de año y principios de 2019. Desde el primer momento, ha añadido, el puente quedará cerrado al tráfico para poder ejecutar los trabajos de peatonalización.
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