El Concello ya tiene en sus manos el trabajo elaborado por Fernando Nebot, experto en movilidad, un extenso documento de casi 300 páginas que servirá de base para la redacción de la futura ordenanza de utilización de espacios públicos y movilidad amable de Pontevedra, que sustituirá a la normativa actual, en vigor desde 1987.
En concreto, tras analizar con detalle el modelo urbano pontevedrés, Nebot propone un total de 25 recomendaciones, partiendo de que la segregación del espacio público sea la mínima posible, para que puedan ser incluidas en la normativa que se apruebe.
La principal medida que se propone es que la velocidad máxima de la circulación en las calles de plataforma única o preferencia peatonal, como pueden ser Michelena, Gutiérrez Mellado, Cruz Gallástegui o Riestra, sea de 10 kilómetros por hora para todo tipo de vehículos.
El estudio señala que, por encima de esa velocidad, se pueden originar problemas de convivencia y generar situaciones de inseguridad o atropellos. Además, establece que los coches no agobien ni acosen a los peatones, dejando una distancia mínima de dos metros.
Por su parte, en las calles con aceras que tengan un elevado tránsito peatonal, entre ellas Benito Corbal, Joaquín Costa, Sagasta, Avenida de Vigo o María Victoria Moreno por citar solo algunas, se sugiere reducir el límite de velocidad a 20 kilómetros por hora, al considerar excesivo el actual límite de 30, implantado en todo el casco urbano.
A ello se suma medidas como el estrechamiento de la calzada, acortar los pasos de peatones con orejas o lengüetas, reforzar las "puertas de entrada" entre las diferentes prioridades de la vía o fijar, en materia de lombos, que cubran todo el ancho de la calzada, que la pendiente de acceso no sea mayor a 15 grados o estar correctamente señalizados e iluminados.
Con respecto a las bicicletas, el estudio propone no permitir que vayan por las aceras y que, en todo caso, respeten el sentido de circulación de la calzada. Acepta una excepción, los niños menores de diez años, que obligatoriamente tendrían que ir acompañados por un adulto a pie.
En las zonas de preferencia peatonal o con plataforma única, no deberían superar los 10 kilómetros por hora, al igual que el resto de los vehículos, y circular alejados de las fachadas, para evitar atropellar a alguien que salga de un edificio o un establecimiento comercial.
Desaconseja además que las bicicletas -salvo en niños de menos de diez años- o patinetes eléctricos circulen por las aceras
Además, desaconseja señalizar espacios para la circulación de las bicicletas por las aceras o la construcción de carriles bici, sobre todo si la velocidad máxima a la que pueden ir los vehículos es inferior a los 50 kilómetros por hora.
¿Y qué pasa con los llamados vehículos de movilidad personal? Pues aconsejan no autorizar su uso y, por lo tanto, prohibir explícitamente que los patinetes eléctricos, monociclos o segways puedan circular por las aceras o por áreas de preferencia peatonal.
Este documento será entregado a todos los grupos políticos de la corporación municipal y a diferentes colectivos sociales relacionados con el ámbito de la movilidad. El gobierno confía en obtener un alto grado de consenso, lo que permitiría aprobar esta ordenanza "con bastante facilidade", ha explicado César Mosquera.
En caso contrario, ha añadido, algunas de estas medidas, especialmente las encaminadas a garantizar la seguridad de todos los usuarios de los espacios públicos de Pontevedra, podrían implantarse con la aprobación de un bando o una declaración similar por parte del alcalde y sin necesidad de elaborar la ordenanza completa.
Mosquera, en todo caso, ha señalado que en líneas generales el gobierno municipal se siente "cómodo" con las medidas que propone Fernando Nebot, porque "conceptualmente" refuerza su idea de convivencia en el espacio público. Son, ha dicho, propuestas "coherentes", aunque reconoce que en algunas hay "matices" que se pueden "discutir".