Fallece un militar de la Brilat durante un entrenamiento deportivo en la base de Figueirido
Por Natalia Puga
Un militar de la Brilat ha fallecido este lunes al término del entrenamiento deportivo con el que inician la jornada los soldados pontevedreses. Se trata del cabo primero Pablo Ucha Montero, de 40 años de edad.
Fuentes militares han confirmado que el cabo primero estaba casado y tenía un hijo, era vecino de Pontevedra y llevaba 22 años en el Ejército, todos ellos en la base General Morillo de la Brilat. En la actualidad estaba destinado al batallón del Cuartel General en la sección de Policía Militar, si bien ha tenido otros destinos desde su entrada en las Fuerzas Armadas en 1991.
Los hechos sucedieron sobre las 9.00 horas de este lunes. Según fuentes militares, el soldado estaba realizando los ejercicios de respiración posteriores al entrenamiento deportivo junto con otros compañeros cuando se sintió indispuesto y se desmayó. Fue trasladado por otros militares a la propia enfermería de la base, donde recibió una primera asistencia de los servicios médicos de la Brilat.
Mientras los médicos mílitares intentaban reanimarlo, desde la base militar se requirió la asistencia de una ambulancia del 061, pero, según las fuentes consultadas, cuando llegó a la base los efectivos militares, el hombre ya había fallecido y tan sólo pudieron certificar su fallecimiento.
Los cargos de la Brilat se acercaron a la enfermería, entre ellos el general jefe de la Brigada, José Antonio Alonso, que ordenó que se comunicase el fallecimiento, en primer lugar, a la esposa del cabo primero y supervisó todo el proceso hasta la llegada del juez de guardia. El juez decretó el levantamiento del cadáver y posteriormente, fue trasladado en coche fúnebre al Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), donde le practicarán la autopsia para determinar las causas del fallecimiento.
Fuentes de la Base General Morillo han indicado que, de momento, no se ha decidido realizar ningún acto institucional oficial en memoria del cabo primero Ucha. Será una decisión que se consensúe con la propia familia y, en todo caso, posterior a las exequias fúnebres que se celebrarán este martes. Se celebrarían en la propia base como se ha realizado con otros soldados fallecidos.