Personas con lupus, migrañas e hiperactividad respaldan el uso terapéutico de cannabis en el club 'Casa María'
Por Redacción
Tercera sesión de la vista oral contra dos fundadores y un socio de la asociación cannábica 'Casa María', en esta ocasión prestaron testimonio siete socios del club, que manifestaron su convencimiento de que el colectivo estaba respaldado legalmente porque contaba con unos estatutos firmados por la Xunta de Galicia y señalaban que participaban en el autocultivo y eran conocedores de la prohibición de consumir sustancias en vía pública.
Apuntaron también que se celebraban charlas y talleres de formación sobre el consumo y que el cannabis que se utilizaba era relajante (CBD), con objetivos terapéuticos.
En este sentido, uno de los socios que testificó declaró sufrir lupus y migrañas mientras que otro había sido diagnosticado desde pequeño como hiperactivo y con déficit de atención. Ambos indicaron que habían recurrido a esta asociación para poder evitar acudir al mercado negro.
Uno de ellos manifestó que "yo no fumo porros. Yo ingiero marihuana" para continuar asegurando que había mejorado un 200% su estado desde que había ingresado en la asociación: "me bajaron las ronchas", afirmó ante el juez. Hizo además una defensa de los tres acusados explicando que desconocía por qué ellos habían sido imputados y no el resto de socios: "tampoco entiendo porque no estamos todos. No hicieron nada que no hiciéramos todos".
Otro de los socios también confirmó el enfoque terapéutico de la asociación y, en este sentido, explicó "yo soy muy nervioso y aquello no me gustaba, me daba sueño" refiriéndose al tipo de cannabis que se empleaba en la sede. Este testigo admitió que él había trabajado para 'Casa María' con un sueldo de 500 euros durante un período de tiempo y que, en el momento de más actividad, cuatro personas de manera simultánea llegaron a trabajar en la sede de la asociación situada en la calle Tristán de Montenegro.
El perito de la defensa que testificó a través de videoconferencia sobre las sustancias que habían sido requisadas por la Policía Nacional durante la intervención manifestó que no se habían cumplido los protocolos internacionales de análisis de la sustancia para, a continuación, incidir en la ausencia de THC en las plantas incautadas y analizadas por Sanidad concluyendo que sin THC, principal constituyente psicoactivo del cannabis, "la planta no es fiscalizable", a lo que el fiscal rebatió haciendo referencia a doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo.
El juicio queda a la espera de que tanto el Ministerio Fiscal como los abogados de las defensas expongan sus conclusiones. El representante de Fiscalía, Pablo Varela, pide cuatro años de prisión para los tres acusados, por delito contra la salud pública y por asociación ilícita.
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