El Centro de Investigación Forestal de Lourizán celebra su 75 aniversario

Pontevedra
08 de junio 2018

De modo simbólico en el acto se plantó un ejemplar de wollemia nobilis, un raro y escaso árbol de la familia de las coníferas, único en su género y que es considerado como un fósil viviente procedente de Australia

Plantación de un ejemplar de wollemia nobilis
Plantación de un ejemplar de wollemia nobilis / Xunta

El Centro de Investigación Forestal de Lourizán celebró este viernes su 75 aniversario con un acto al que acudió la conselleira del Medio Rural, Ángeles Vázquez, y en el que se pusieron en valor estas instalaciones, que desarrollan un trabajo crucial para el desarrollo de los montes gallegos y de su conservación.

En esta conmemoración se quiso tener un reconocimiento especial para las mujeres y su contribución a la ciencia forestal a través de una exposición dedicada a ellas.

De modo simbólico en el acto se plantó un ejemplar de wollemia nobilis, un raro y escaso árbol de la familia de las coníferas, único en su género y que es considerado como un fósil viviente procedente de Australia.

Ahora, tras esta plantación, Lourizán pasará a ser uno de los 22 lugares únicos del mundo en los que, fuera de Australia, puede observarse esta curiosa especie cultivada. Este árbol fue descubierto en 1994 por un guardabosques en unos cañones remotos de las montañas Azules.

HISTORIA DEL CENTRO

El Centro de Investigación Forestal de Lourizán se creó en 1943 bajo a denominación de Centro Regional de Enseñanzas, Investigaciones y Experiencias Forestales (Creief) y se situó en la granxa da Serra e Touza, situada en la parroquia de Lourizán.

Durante su larga trayectoria, el CIF desarrolló multitud de proyectos en muy diferentes áreas de investigación forestal, siendo un efectivo agente divulgador de ideas dinamizadoras dentro del sector. Sus trabajadores, por ejemplo, tuvieron un papel muy activo en el inicio del asociacionismo de los propietarios forestales gallegos y se involucraron desde el principio en el desarrollo de las enseñanzas universitarias forestales en Galicia.

Además, a través de las bolsas de formación de personal investigador, fue un vivero de investigadores y docentes que hoy ejercen su trabajo en otras instituciones dentro y fuera de nuestra comunidad.

En lo que se refiere a la divulgación, el centro lleva a cabo un importante trabajo para dar a conocer todos los avances tecnológicos obtenidos en la investigación del ámbito forestal, efectuando también cesiones de material genético. Esas transferencias de tecnología fueron útiles, en algunas ocasiones, para la creación de empresas y, en otras, para la mejora de sus procesos tecnológicos.

Entre sus logros más destacados están por ejemplo el impulso a la mejora genética del pino bravo, la creación de pastos de labranza mínima y la mejora genética de especies pratenses en los años 50, el desarrollo de fertilizantes forestales en pastilla en los 60, la obtención de clones de castaño resistentes a enfermedades, la identificación de nuevas enfermedades y plagas forestales y sus tratamientos, la valorización y el impulso al sector micológico, así como el inicio de la silvopascicultura y el desarrollo de la silvicultura preventiva de incendios.

De hecho, mención especial merece su contribución contra la lacra de los incendios, ya que ayuda antes y después a la conservación y recuperación de los montes afectados. Por ejemplo, a través de la caracterización de los combustibles forestales de Galicia y de modelos de predicción de comportamiento del fuego, con mejoras silvícolas para la regeneración de montes quemados, así como con el desarrollo de noticias técnicas para evaluar la severidad de los incendios y rehabilitar las áreas quemadas, entre otras.