La mano derecha de 'O Mulo' pide matizar su declaración en el juicio por el alijo de 1.245 kilos de cocaína
Por Natalia Puga
La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra vivió este jueves una situación poco habitual en el marco del juicio por el alijo de 1.245 kilos de cocaína incautados a bordo del pesquero 'Coral I' en enero de 2015. Jaime Iván Bolados Geraldo, apodado 'el chileno' y a quien la Fiscalía considera mano derecha de Rafael Bugallo Piñeiro, 'O Mulo' en esta causa, pidió volver a declarar para matizar cuestiones de su testimonio dado tan solo dos días antes, el martes.
Este jueves la cuarta sesión del juicio comenzó con el testimonio de Jaime Iván, que el martes reconoció que "la idea era delinquir, pero no había con quien delinquir" y que el coacusado Over Alberto Vence Córdoba contactó con él para pedirle ayuda con una embarcación a la deriva, pero 'O Mulo' se negó a participar en la operación ni siquiera llegaron a saber nunca qué mercancía había en ese buque.
Este jueves, cuando volvió a declarar a petición de su abogada, confirmó que sí sabían que en esa embarcación a la deriva, el 'Coral I' que se averió frente a las costas de Cabo Verde, había cocaína y que tanto Over Alberto como el acusado José Gerardo Holguín Romero, ambos de la rama sudamericana de la organización desplazada a Galicia, insistieron mucho en que se desplazasen mar adentro hasta el buque para recoger la droga.
"No te vamos a ir, no podemos hacer este trabajo", asegura que les dijeron tanto él como 'O Mulo' y que su presunto jefe no quería ir porque sería un rescate muy peligroso, ya que la embarcación llevaba días a la deriva y había muchas posibilidades de que ya estuviese vigilada por las autoridades. De todas formas, según matizó este jueves, sí se abrió la puerta a trabajar con ellos en una operación de tráfico de drogas futura, de modo que se brindaron a ayudarles y les facilitaron una emisora de radio para contactar con el 'Coral I' desde el alto de Armenteira.
Esta nueva declaración llega un día después de la declaración del resto de procesados y de que José Gerardo Holguín Romero, que reconoció los hechos ya el primer día del juicio, aportase pelos y señales de los contactos y gestiones realizados con Jaime Iván y con Rafael Bugallo para ayudar al 'Coral I'.
La sesión del juicio presentó este jueves una imagen diferente a la de las tres sesiones anteriores, pues en el banquillo se sentaron tan sólo ocho de los 17 acusados en la causa. El resto, la tripulación del 'Coral I' fue dispensada por el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia para no asistir. Uno de ellos tenía prevista una operación de oftalmología y el resto quedaron en la prisión de A Lama. Cabe recordar que todos ellos han reconocido los hechos.
La vista oral continuó con la declaración del agente del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) que instruyó el atestado en el que se basó la detención de la red de 'O Mulo' y esta causa judicial. El policía relató durante varias horas cómo habían sido los meses de investigaciones previas y cómo llegaron a la conclusión de que Rafael Bugallo y el resto de acusados "estaban preparando una operación de narcotráfico".
Los abogados instructores comenzaron este juicio pidiendo la nulidad de la sonorización que realizó la Policía Nacional con orden judicial en la furgoneta en la que se movía 'O Mulo' y el propio fiscal reconoció que puede no atenerse a la ley según la jurisprudencia existente ya en el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, de modo que el reto durante el resto de la vista oral pasa por que el fiscal consiga sostener la acusación igualmente sin tener en cuenta todo lo que se escuchó a bordo del vehículo.
Las partes se centran en demostrar que todas las investigaciones realizadas se basan en lo que se escuchaba tras esa sonorización, pero el agente instructor de las diligencias inistió en que se trata de una "investigación basada en seguimientos y análisis de inteligencia" y, a preguntas de la Fiscalía, no hizo ninguna referencia a esa sonorización. Las defensas, en su turno, sí insistieron en eso, pero el policía restó importancia al peso de esas escuchas e incluso el presidente del tribunal, Xosé Xoán Barreiro Prado, llamó la atención a alguno de los letrados por su insistencia: "Non intente meter a sonorización".
El policía reconoció que durante las investigaciones tardaron en reconocer a 'O Mulo' porque iba siempre disfrazado con pelucas que luego se encontraron en el registro de su domicilio, de modo que "no relacionaron" esa nueva estética con "la imagen histórica de Don Rafael".
Finalmente, le reconocieron y acreditaron que tanto él como su red acudían regularmente a una nave en Cabana de Bergantiños en la que luego comprobaron que estaban reformando una lancha y que "usaban muchas medidas de seguridad" como que él "el vehículo que usaba lo dejaba muy alejado de la zona" y otros acudían con vehículos alquilados.
A esa nave "acudía gente muy vinculada al tráfico de drogas" y de todos los seguimientos realizados concluyeron su relación con el resto de acusados. Insistió mucho el agente en que los investigadores "llegamos a la nave única y exclusivamente a través de los seguimientos" y en que también por esta vía tuvieron constancia de reuniones en Madrid con la rama colombiana de la organización.
En su declaración 'O Mulo' insistió en que no habrían podido ir a buscar la droga del 'Coral I' porque la lancha que estaban reformando en aquella nave no estaba preparada para salir al mar. Frente a estas afirmaciones, y a la insistencia de las defensas en ese argumento, el fiscal mostró a la sala varios vídeos en los que se ve cómo esa embarcación sí navegaba.
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