Las antiguas zonas de aparcamiento de Cruz Gallástegui, reconvertidas en veladores
Por Natalia Puga
La actuación puesta en marcha en los últimos días para reforzar el carácter peatonal de la calle Cruz Gallástegui supondrá "rachar coa verticalidade" de este céntrico vial de Pontevedra difuminando las líneas que en el pasado dividían las zonas dedicadas a estacionamiento, calzada y acera.
Para conseguirlo, se reformará la propia vía, pero también habrá una intervención de carácter más social que supondrá, además la primera aplicación efectiva de la nueva ordenanza de veladores, que está a punto de entrar en vigor con su aprobación definitiva.
La nueva ordenanza incluye como una de sus principales novedades la capacidad del Concello de ordenar la instalación de veladores en espacios con caracterización especial, lo que implica que la administración delimita los espacios donde deben colocarse.
En el caso de Cruz Gallastegui, hay tres establecimientos a los que van a decir dónde colocar sus mesas y sillas en la calle y, en concreto, les indicarán que se sitúen en zonas que antes estaban habilitadas como estacionamiento.
El nuevo documento municipal también incluye como novedad la posibilidad de colocar veladores en fachadas que no se corresponden con el propio local de hostelería al que pertenecen siempre y cuando exista un permiso por parte de los vecinos. Este es también el caso de Cruz Gallastegui, pues dos de los tres establecimientos de hostelería existentes en la calle no tendrán su velador justo delante, sino ocupando una antigua zona de estacimiento situada ante otro negocio.
Los concejales de Promoción Económica y Obras de Pontevedra, Anabel Gulías y Demetrio Gómez, dieron a conocer este viernes estos detalles y también el diseño final que tendrá la calle. Se trata de actuaciones que no supondrán un presupuesto municipal a mayores, sino que el coste lo asume la empresa que había realizado la obra de renovación de la calle, Covsa. El Concello tan sólo pagará el precio del nuevo mobiliario que se instalará.
La próxima semana se realizará el repintado de la calle que, para romper con la verticalidad, usará pintura que se suele emplear en pasos de peatones para dibujar en lo que era la antigua calzada un código de barras que, utilizando el correspondiente lector, permitirá leer las letras del nombre de la calle.
El objetivo es reforzar el carácter peatonal y también crear "zonas de estancia", espacios en los que se instalarán bancos para favorecer el ocio y descanso en la calle. La prioridad será peatonal y de estancia y no habrá zonas específicas reservadas para carga y descarga o servicios, pero sí estará permitido el paso de vehículos para residentes, servicios y para todo aquel que tenga la necesidad de utilizarla, con la misma filosofía que tienen todas las calles de Pontevedra con plataforma única.
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