Comerciantes de la galería de Fray Juan de Navarrete demandan la mejora de las instalaciones

Los empresarios se quejan del estado de abandono de las galerías, debido a la existencia de numerosas humedades que, en ocasiones, provocan el cierre de los establecimientos por la caída de agua en el interior

Los locales de la galería Virgen del Camino se ven afectados por el estado de las instalaciones
Los locales de la galería Virgen del Camino se ven afectados por el estado de las instalaciones / Gabriela Varela Asorey

Cualquier cliente que se acerque a la galería comercial de Fray Juan de Navarrete detecta el estado de abandono del emplazamiento, que contrarresta con el buen estado y cuidado de los establecimientos que allí se encuentran, algunos de ellos con reformas de hace menos de diez años, según nos cuentan algunos de los dueños de los negocios.

Esta galería de Virgen del Camino se encuentra en un estado precario, lo que perjudica a los locales que ejercen allí su actividad comercial, siempre que la lluvia que se cuela por el techo se lo permite. "Hay veces que no podemos abrir los puestos por el agua que cae por el techo, llamamos al Ayuntamiento y no nos dan ninguna solución", cuentan los vendedores, que prefieren permanecer en el anonimato y se muestran muy descontentos con una situación que definen como "tercermundista" y "de abandono". Por todo esto, siguen reclamando que se les tome en cuenta.

Esta zona comercial supone una importante alternativa para todas aquellas personas que por edad, falta de tiempo o comodidad no quieren desplazarse hasta la plaza de Abastos para comprar. En el recinto hay locales de pescadería, carnicería, bocatería, ultramarinos o moda, que ofrecen un servicio de calidad en pleno centro de Pontevedra, muy cerca de la milla urbana situada en la calle Benito Corbal. Por este motivo, los comerciantes esperan y piden al Ayuntamiento una ayuda para fomentar el comercio en las galerías.

El problema, como cuentan los propietarios de los negocios, viene de lejos. La galería data de 1967, pero a pesar de su antigüedad los vendedores reclaman que no se ha llevado a cabo una reforma de gran calibre, sino arreglos esporádicos. En el año 2006, tras una visita al lugar por parte de la entonces concejala de Promoción Económica, Teresa Casal, se constató la necesidad de acometer una serie de reformas para adecentar la galería y paliar las deficiencias existentes, tales como humedades, instalación eléctrica obsoleta y servicios higiénicos precarios

Hoy, 12 años más tarde, a pesar de las mejoras, el techo continúa en un estado deficiente, con importantes humedades que se pueden apreciar a simple vista. Algunos alertan, además, de que por causa de la lluvia la bocatería se ve obligada en ocasiones a retirar algunas de las mesas de la zona exterior. Otro de los puntos afectados es el entorno de los servicios sanitarios, que se encuentra en muy mal estado. "La situación ha llegado a un punto en el que incluso hay gente que entra aquí a orinar", según nos cuenta una de las afectadas.

Todas estas deficiencias han provocado el malestar de los propietarios de los comercios, que reclaman al Ayuntamiento una mejora integral de la galería. "Nos tienen abandonados. Nos dijeron que iban a hacer más reformas, que iban a pintar las fachadas de los locales, y no lo han hecho", nos comentan. 

Cambiaron el techo pero las humedades continúan"

Tres años antes de la visita de Teresa Casal ya se había renovado la red de saneamiento y el pavimento con motivo de las obras de reforma urbana de las calles Sagasta y Fray Juan de Navarrete, lo que motivó que el estado del suelo mejorase ya que, según apuntan los comerciantes, el antiguo resbalaba mucho. No obstante, se quejan de que el nuevo presenta dificultades para ser barrido y fregado correctamente. 

Otro tema importante es la regularización de las concesiones para los puestos del mercado, un tema que, en esa visita del año 2006, también se trató. La idea era establecer concesiones a 25 ó 50 años con una serie de contrapartidas, como el derecho a traspaso. De esta forma, la regularización otorgaría cierta seguridad a la hora de invertir en los negocios. Sin embargo, como declaran algunos, los impedimentos cada vez son mayores.

"Reclamamos que den los puestos inmediatamente porque yo llevo 7 años aquí, prometen y no hacen nada. ¿Por qué razón no dan concesiones? ¿Por qué no echan esto hacia delante? Hay mucha gente joven que quiere trabajar y le ponen la excusa del papeleo", se quejan los afectados. A pesar de las condiciones del recinto comercial, cuando se actualizaron las tasas de la plaza de Abastos, los vendedores señalan que también se le subieron a los de Fray Juan de Navarrete, aunque sin contraprestaciones a cambio.