Así confesó el homicida de Ponte Caldelas: "Lo acuchillé en todo el cuerpo. Lo dejé agonizando"

Ponte Caldelas
01 de marzo 2018

En noviembre de 2015 Marcos Vidal confesó haber matado a puñaladas al marido de su ex, Manuel Rivas. Tras matarlo, se fue a casa, se cambió de ropa y habló 15 minutos con el 112 y la Guardia Civil. Relató: "Encontrei ao ex marido da miña moza con ela na casa. Acuchilleino cunha navalla" . Escoita aquí parte de esa conversación

Confesión del homicida de Ponte Caldelas al 112 y la Guardia Civil / PontevedraViva

En noviembre de 2015 Marcos Vidal González confesó haber matado a puñaladas al marido de su ex novia, Manuel Ángel Rivas. Lo hizo transcurridos tan sólo unos pocos minutos desde que había dejado a su víctima agonizando en el dormitorio de la casa de la mujer en Ponte Caldelas. Cogió su coche, se fue a su casa en Soutomaior, se cambió de ropa y regresó a Ponte Caldelas. Desde el paseo de A Calzada, llamó a la Guardia Civil para confesar e indicar a los agentes dónde podían encontrarle para detenerle. La secuencia de hechos ya era conocida, pero PontevedraViva reproduce el contenido de esa confesión

Esa llamada que cambiaría su vida para siempre -no ha vuelto a estar en libertad desde su detención tras haber confesado- se produjo a las 10.30 horas del 28 de noviembre de 2015 y se prolonga durante 15 minutos. En realidad, él llamó al 112, pero pidiendo a la operadora que le atendió que trasladase la situación a la Guardia Civil y en el audio que acompaña a esta información está recortada.

A esa persona que le respondió en emergencias ya le habló de un "homicidio" y le confesó con toda tranquilidad que "a patrulla ten que vir a buscarme a min, que son o homicida". Mantuvo esa serenidad durante los 15 minutos de llamada a pesar de que estaba confesando un brutal crimen de 22 puñaladas.

- Que foi o que fixo? 
- Encontrei ao ex marido da miña moza con ela na casa.
- Vostede foi alí e que foi o que fixo?
- Acuchilleino cunha navalla.

Tras un pequeño intercambio de datos y ubicaciones, el 112 lo puso en contacto directamente con la Guardia Civil y ahí ya se extendió en detalles y explicó que "ya llevaba un tiempo sospechando que mi novia me engañaba y decidí efectuar una prueba", acudió a su domicilio "a ver si realmente era cierto". Y resulta que sí, "que su ex marido estaba allí en el domicilio cuando ella me decía que no". Reveló en esa conversación que llevaba tres años de relación con ella, pese a que luego la mujer lo negaría.

"Espero en la puerta y resulta que él estaba allí. Le dije que si llevaba viviendo mucho tiempo y me dijo que sí, que estaba con ella, que estaba viniendo a dormir a casa, a comer..." relató a los agentes, a los que trasladó su malestar por el engaño que sufría, pues "ella me decía que no", que ya no tenía ninguna relación con su marido, con el que estaba en proceso de divorcio.

La conversación también sirvió para que les relatase a los agentes que estaba acudiendo a un psiquiatra y a un psicólogo y tomando tratamiento, incluso "haciendo terapia de conducta" porque, según explicó, "yo había cosas que no me encajaban y me estaba volviendo loco". 

- ¿Qué es lo que ha ocurrido?
- Lo acuchillé.
- ¿Dónde lo acuchilló?
- En el domicilio.
- ¿En qué parte?
- En todo el cuerpo.
- ¿Él cómo se encontraba? ¿Está vivo? ¿Lo ha dejado muerto?
- Lo dejé agonizando.

La confesión ya avanza que una de las claves de la investigación, que lleva más de dos años, será el intercambio de mensajes y llamadas entre el homicida confeso y la esposa de su víctima. "Luego ya aportaré el teléfono para que vean todos los mensajes, las llamadas. Nos llamamos aún ahora por la mañana". Un oficio judicial del enero siguiente autorizaría el análisis de los contactos telefónicos entre ambos y revelaría que la relación no había acabado, sino que ella le enviaba mensajes de whatsapp con frases como "que non te olvido", "non me gusta despedirme de ningunha maneira", "mais feliz estaba cando estaba contigo", "cuidate …", "pensareite …", "querereite sempre …".

 El ya homicida confeso relató a un agente de la central operativa de la Guardia Civil de Pontevedra que su víctima y él "discutimos" y el otro le dijo que "realmente no" se habían divorciado a pesar de que su esposa le había dicho que llevaban tres años separándose. 

Esa llamada también sirvió para revelar que la mujer ya sabía lo que había pasado a pesar de que ella había llamado al 112más de una hora antes, a las 9.11 horas, diciendo que no lo sabía. "La llamé por teléfono, le dije que se pusiese en contacto con la guardia civil y con la ambulancia". Posteriormente, tras el análisis de los móviles, los investigadores descubrieron que él incluso le habiá enviado por whatsapp una foto de la víctima tirado sobre la cama rodeado de un gran charco de sangre

Tras ser detenido y, después de un breve paso por la unidad de psiquiatría del Hospital Provincial, Marcos Vidal volvió a confesar el crimen ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra. En julio de 2017, después de que su ex novia, Sandra Martínez Araújo, le denunciase por amenazas en un caso por el que acabó absuelto, cambió su declaración. Para entonces ya se había desencantado y reveló que la mujer sabía que aquel sábado 28 de noviembre por la mañana iría a la casa a asustar al luego fallecido y tenía conocimiento de sus acciones. 

Este cambio de declaración, y las "omisiones e inexactitudes" detectadas a la mujer, llevaron a la Audiencia Provincial de Pontevedra a tomar una decisión pedida por el abogado de Marcos Vidal y de la familia de Manuel Rivas: citar como investigada a Sandra Martínez. Esa citación ya tiene fecha y deberá comparecer en los juzgados de A Parda, ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra, el próximo martes 6 de marzo.