La solidaridad permite a una familia de Parada afectada por los incendios restaurar su casa

Ponte Caldelas
05 de febrero 2018

La familia formada por José Ángel Sonar, María Antonia Costas y sus tres hijos regresó este domingo a su pequeña casa en el lugar de Parada. La vivienda, que resultó gravemente afectada en los incendios del pasado 15 de octubre, fue completamente reformada gracias a la iniciativa de Berta Besada, una vecina solidaria de Ponteareas que puso en marcha una campaña de ayuda

Este domingo fue la entrega de las llaves de la nueva casa arreglada con la colaboración ciudadana
Este domingo fue la entrega de las llaves de la nueva casa arreglada con la colaboración ciudadana / Concello de Ponte Caldelas

La familia formada por José Ángel Soares, María Antonia Costas y sus tres hijos regresó este domingo a su pequeña casa en el lugar de Parada. La vivienda, que resultó gravemente afectada en los incendios del pasado 15 de octubre, fue completamente reformada gracias a la iniciativa de Berta Besada, una vecina solidaria de Ponteareas que puso en marcha una campaña de ayuda.

Berta entregó este domingo las llaves y mostró los resultados de unas obras, acometidas gracias a la colaboración solidaria de más de una docena de empresas y muchas personas anónimas.

La vivienda, de solo 67 metros cuadrados, fue construida en 2003 en bloques y por dentro sólo contaba con divisiones de "ladrillo" y piso de tierra. Ahora su aspecto cambió notablemente. En una jornada muy emotiva, la pareja comprobó que la casa quedó dotada de todos los acabados interiores, mobiliario nuevo y una cocina completa. Los dormitorios, incluyendo camas, colchones y almohadas son nuevos, y la entrada fue dotada de un pequeño porche. Los niños, que disfrutan también de una habitación a estrenar, no pudieron disimular su alegría.

En las próximas jornadas, Berta Besada irá trayendo los últimos muebles y también algunos juguetes y objetos de decoración que le donaron en la campaña solidaria que inició en noviembre. Desde entonces, explica, fue una auténtica contrarrreloj coordinando la recogida y colocación de los distintos materiales. Este domingo se finalizó de pintar el exterior momentos antes de la entrega.

A lo largo de los casi tres meses que duró la restauración, la familia estuvo alojada, la petición del Concello, en el antiguo hostal A Garota y en un piso de propietarios particulares.

Berta Besada explicó que llegó a Ponte Caldelas atraída por las noticias publicadas en los medios de comunicación y en las redes sociales. Cuando entró en la casa de Parada quedó sobrecogida por su humildad y el daño que habían hecho los incendios. La familia perdió los dos tractores con los que se ganaba la vida, el galpón de las gallinas y también sufrió daños en la fachada y en las ventanas.

"Esa noche no dormí pensando que podía hacer, así que al día siguiente abrí una página de Facebook, llamé al alcalde y comencé a pedir cosas para ver si entre todos conseguíamos ayudar a una familia que lo necesitaba de verdad". Berta, que es propietaria de una tienda de ropa, revela que tiene un almacén lleno de objetos que le donaron y que irá transportando en los próximos días, entre ellos juguetes para los chicos. Incluso llegaron a donarle un coche, pero decidió no entregárselo a José Ángel porque no tiene carné, cosa que él prometió comenzar a hacer el mes próximo.

"Es imposible explicar lo mucho que se involucró alguna gente y lo agradecida que estoy", recalca. Al echar la vista atrás destaca que lo más difícil de todo fue a sacar a la pareja y a los niños de casa para que las obras pudieran comenzar y mantenerlos alejados para darles la sorpresa final.