Durante la charla en esta Playlist de PontevedraViva Radio José Freire habla con una mezcla de memoria y precisión descriptiva, sobresaliente. Agente de policía tenía que ser. Aunque no estaba tan claro durante su adolescencia; fue estudiante de Seminario en Santiago de Compostela. La llamada fue efectivamente para el servicio público, uniformado y para el cuerpo, pero el de Policía. Más adelante se sumaría otra, la del sindicalismo y para el SUP concretamente.
Antes de abrir los micrófonos, Freire abre su cartera. Además de los objetos habituales, muestra un compartimento: "mira, vacío; ¡y cuesta eh!". Ese compartimento vacío corresponde al espacio del carnet acreditativo de su pertenencia al Cuerpo Nacional de Policía - que más adelante recuperará con el añadido de "jubilado" - y al de su placa de policía con el correspondiente número de agente. Han sido 41 años acompañándole.
Quien le sigue acompañando es Juani, su mujer, con la que han tenido tres chicas y un chico que sigue la vocación profesional del padre. Les han dado cinco nietos y un par de mellizos en camino, quién sabe si vendrán como regalo de Reyes.
Para las fotos que realiza Mónica Patxot le acompaña ella, que con cierto rubor y cogida "del ganchete" de su marido, ratifica algunas de las confesiones que Freire hace durante el programa. Podemos contarlas porque no las hace bajo secreto de confesión y desde luego, lo que no merecen es pagar penitencia.