El juicio por una estafa en un accidente de tráfico saca a la luz dos versiones contradictorias
Por Natalia Puga
Un accidente de tráfico registrado en junio de 2013 en Bueu llegó este martes a juicio en la Sección Cuarta de la Audienca Provincial y sacó a la luz dos versiones de lo ocurrido que el fiscal ve "antagónicas y completamente contradictorias". Mostraron a la sala dos hipótesis que discrepan incluso sobre el día en que se produjo el siniestro y, tras celebrarse toda la vista oral, todo ha quedado visto para sentencia.
La hipótesis A la facilitó la parte que acusa en este juicio. Se trata de un hombre que explicó que un domingo de junio hacía una maniobra de estacionamiento en una calle de Bueu cuando golpeó un vehículo que estaba estacionado y sin ocupantes y le causó pequeños daños. No había nadie dentro del otro coche, de modo que recogió el trozo de cristal qu ele había roto y se disponía a dejar una nota en el otro coche con sus datos cuando, 10 minutos después del choque, llegaron dos jóvenes y le dijeron que el coche era del padre de uno de ellos.
Según esta hipótesis A, el hijo del dueño del coche le dijo que no tenía los datos del coche, de modo que cubrieron un parte con un croquis del accidente y ambos lo firmaron, a la espera de cubrir los datos del seguro del coche cuando los tuviesen. Esta versión, que también mantuvo la mujer que acompañaba al conductor que causó el accidente, mantiene que el accidente no dejó heridos y causó daños materiales mínimos.
La hipótesis B la mantienen los dos jóvenes que figuran como acusados en esta causa y a los que el fiscal, David de la Fuente, da escasa credibilidad. Iván V.M. era el hijo del dueño del coche y su amigo Cristian M.E. le acompañaban. Ellos mantienen que todo ocurrió el jueves de esa misma semana y no el domingo. Habían ido al gimnasio y, al salir, estaban ya en el coche y se disponían a salir cuando llegó el otro vehículo y les golpeó. Ambos mantienen que sí estaban en el coche y que el otro conductor cubrió el parte porque el Iván "era la primera vez que tenía un accidente y no sabía cubrir un parte".
Según esta hipótesis B, el otro coche les dio "un golpe fuerte" y, tras cubrir el parte, ambos fueron al Hospital Domínguez. Iván tenía un esguince cervical y Cristian una lesión en un hombro por los que ambos reclamaron a la compañía aseguradora. El primero llegó a recibir 647,78 euros de indemnización y el segundo reclamó una cantidad mayor que ya no llegó a recibir porque se inició este procedimiento.
En la sala de vistas declararon los dos acusados, los ocupantes del otro coche y un perito de la compañía aseguradora que evaluó los daños del coche y aseguró que tenía "daños mínimos" en el intermitente y el parachoques. Según sus conclusiones, los daños son fruto de un "impacto mínimo".
Finalizada la sesión, el fiscal del caso mantuvo su petición de un año y nueve meses de prisión para el acusado Iván como autor de un delito consumado de estafa y otro de estafa procesal en grado de tentativa y nueve meses de cárcel para Cristian. Ahora bien, en base a la escasa capacidad económica de ambos, redujo a la mitad la pena que les pedía inicialmente, pasando a nueve meses de multa a seis euros diarios.
El fiscal mantiene que las lesiones que pretendían reclamar los acusados son "exageradas" y "desproporcionadas" para el "impacto mínimo" que relató el perito. Además, ve contradicciones en sus declaraciones y cree "inverosímil" que ambos fuesen el día del accidente al hospital, pues no aportan el parte médico y, además, Cristian incluso aseguró que no le habían cobrado pese a ser un centro privado.