Un empleado del Banco Santander, a juicio por quedarse dinero de los clientes
Por Redacción
Cuatro de años de prisión. Es la pena a la que se enfrenta un empleado del Banco Santander que, según la Fiscalía, se apropió de forma irregular de los clientes de la entidad. Se le considera autor de un delito de apropiación indebida y de falsedad en documento mercantil. Está acusado de idear un plan para quedarse con cerca de 390.000 euros.
El acusado, que será juzgado el próximo martes en la Audiencia de Pontevedra, era gestor de clientes en varias oficinas del banco. Sobre todo, apunta el fiscal, desde una sucursal situada en la ciudad de Pontevedra, diseñó un entramado encaminado a quedarse "ilícitamente " con dinero de determinados clientes.
Así, entre agosto de 2010 y febrero de 2012, realizó movimientos en las cuentas de seis clientes para distraer dinero "para quedárselo él" y sin contar, aclara el ministerio público en su escrito de acusación, con la autorización o consentimiento de los titulares de las cuentas. De esta forma se habría hecho unos 90.000 euros.
Otra modalidad de estafa fue, continúa el fiscal, hacerse con hasta nueve tarjetas de crédito -entre los años 2001 y 2010- haciendo constar en la documentación que los solicitantes eran familiares suyos, entre ellos su esposa, su madre, su hermano o sus suegros.
Todos ellos desconocían de la existencia de las tarjetas, ya que eran remitidas por el banco a un apartado de correos que controlaba el acusado o bien a la propia sucursal en la que trabajaba, abriendo una cuenta asociada a cada una de ellas. Se habría apropiado de esa manera de otros 28.000 euros.
La mayor parte del dinero, casi 273.000 euros, los sustrajo a través de diferentes operaciones en fondos de inversión a nombre de un cliente, entre 2001 y 2010, al que llegó a vaciar completamente sus cuentas bancarias y, para mantener el engaño, falsificaba los extractos.
Todas estas operaciones, añade el fiscal, fueron reconocidas por el acusado a través de dos cartas firmadas, con fecha de febrero de 2012, y remitidas al gabinete de auditoría del banco, el cual había detectado estas irregularidades y había solicitado explicaciones. Tras ello, el Banco Santander procedió a devolver el dinero a los clientes y a denunciar a su empleado.
De todo el dinero que debe devolver, más de 383.000 euros los reclama Banco de Santander y los casi 6.000 euros restantes el cliente al que estafó a través de los fondos de inversión, que se corresponden con la cantidad que la entidad no satisfizo al proceder a su liquidación.